En unas semanas miles de jóvenes deberán enfrentarse a la postulación para la educación superior que cuenta con más de 5.000 carreras en 155 establecimientos a lo largo del país. De estos, solo 36 se encuentran dentro del Sistema Único de Admisión (SUA) que inicia su proceso de postulación el próximo 26 de diciembre, los demás deben realizarse según los plazos de cada institución.
Ante lo difícil que se hace para los jóvenes elegir una institución y carrera, la psicóloga vocacional de la Universidad de Chile, Soledad del Río, recomienda a los padres tener un rol presente y de apoyo con sus hijos que están próximos a entrar en la educación superior.
"Los padres junto con los hijos, pueden formar un buen equipo de exploradores del campo profesional, partiendo de los intereses y capacidades de los hijos", aconseja Del Río. Agrega que al conocerlos y ser testigos del desarrollo, logros y fracasos escolares a lo largo de su vida, pueden orientarlos mejor en sus gustos y preferencias profesionales.
Buscar información de las carreras, aconsejarlos sobre ciertas profesiones o ayudarlos a entender el nivel de exigencia y requisitos para ingresar son consejos que los padres pueden seguir si quieren apoyar a sus hijos para que tomen una decisión informada.
Cuando los padres no están de acuerdo con la decisión de sus hijos
Es importante que los padres orienten y acompañen en el proceso. Sin embargo, la psicóloga advierte del daño que pueden generarles a sus hijos si proyectan sus propias frustraciones e intereses en ellos.
"Cada ser humano es distinto y particular, por lo cual el estudiante debe tener la oportunidad de elegir su propio estilo de vida y profesión. Lo más importante es que esta decisión sea a consciencia y con responsabilidad, informándose adecuadamente para no arrepentirse después", plantea Soledad.
¿Qué hacer entonces si los padres creen que es una decisión equivocada? La profesional sugiere que primero se debe ayudar al joven a conocer la información de la carrera a la que desea ingresar, además de otros factores que ayudan de referencia como su proyección laboral, las funciones que cumplirá, el nivel de exigencia, la acreditación de la universidad, entre otros.
Por otro lado, si los padres piensan que la carrera que su hijo está eligiendo no es la correcta según los intereses y capacidades que ha manifestado a lo largo de su vida, pueden conversar con el y plantear sus argumentos para que juntos vean alternativas que le den una solución al problema. No obstante, para la experta lo más recomendable es evitar decir que no y, a su vez, intentar entender los motivos por los cuales el hijo está optando por esa carrera. Lo óptimo siempre es llegar a un consenso pero también entendimiento.
