SANTIAGO.- La muerte de dos mujeres en Las Condes a manos de un conductor presuntamente en estado de ebriedad que se dio a la fuga, es el último de este tipo de episodios que ha vuelto a poner el tema en la palestra: ¿son suficientes la ley Emilia y la ley Tolerancia Cero para disuadir a los conductores ebrios?
De hecho, esta tragedia se suma a la ocurrida hace dos semanas en Huechuraba, cuando un menor de 16 años -que presuntamente también había consumido alcohol- chocó a un vehículo dando muerte a un matrimonio.
Para el ex director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Mariano Montenegro, si bien se ha progresado bastante en medidas y normativas que penalizan la conducción bajo los efectos del alcohol, aún falta una arista que para él es incluso más importante, las restricciones al acceso a él.
"Tenemos que lograr tener una ley de Alcohol que dificulte el acceso al alcohol, con restricciones más modernas como en los países desarrollados, que signifique menos disponibilidad de alcohol que la que tenemos hoy día, que es una de las variables del consumo", comentó el psiquiatra a Emol.
"No es suficiente la prevención, también hay que entorpecer el acceso, aumentar los precios, generar toda una política de precios mínimos, patentes en los municipios, restricciones de la venta y de lugares de venta"
Mariano Montenegro
El Senda está actualmente construyendo el Plan de Acción de Alcohol 2017-2020, el cual fue presentado por Montenegro el 26 de octubre de este año, junto a la ministra de Salud, Carmen Castillo. Montenegro, sin embargo, fue removido de su cargo sólo horas después de anunciar el plan, en un ajuste de gabinete realizado por la Presidenta Michelle Bachelet.
El Plan de Acción de Alcohol inició su construcción hace unos cuatro meses atrás con el respaldo de los ministerios de Interior y Salud, y ahora se encuentra siendo revisado por otras carteras, como Transportes, Agricultura, Secretaría General de la Presidencia y Educación.
Se trata de un proyecto que incluye 60 medidas en cinco dimensiones, entre las que se encuentran la polémica disposición de restringir los "happy hours" y las barras libres en bares y discoteques. También regulará la publicidad y el marketing de las marcas de alcohol.
A pesar de su remoción, el ex director del Senda defiende el proyecto y cree que va por buen camino. "El consumo se da también por una baja percepción de riesgo y la cultura alcohólica, de normalización del consumo, incluso de normalización del consumo excesivo y problemático. Pero no es suficiente la prevención, no es suficiente percepción de riesgo, también hay que entorpecer el acceso, aumentar los precios, generar toda una política de precios mínimos, patentes en los municipios, restricciones de la venta y de lugares de venta", explica.
Montenegro asegura que no hay una ley en contra de la conducción en estado de ebriedad que sea más efectiva que otra, es el conjunto el que funciona. "Más del 80% de la reducción del consumo tiene que ver con dificultar el acceso prácticamente y sólo un 20% tiene en cuenta la prevención, el aumentar la percepción de riesgo, informar bien de los daños y las consecuencias", indica. Regular eso, según él, significa una decisión "seria, valiente y responsable".
Otras medidas
Montenegro celebra la creación de leyes como la de Tolerancia Cero, que regula la conducción bajo la influencia del alcohol, o la ley Emilia, que sanciona a quienes tengan accidentes automovilísticos en estado de ebriedad y que resulten en muerte o lesiones graves.
"Hay que hacer mucho más de lo que hemos hecho, es insuficiente y el alcohol el Chile es un problema grave, severo, que produce una enorme cantidad de daño a las personas, a las comunidades y a las familias"
Mariano Montenegro
No obstante, asegura que "además de tener buenas leyes, tenemos que tener prevención, prevención en los colegios, como ya se está logrando este año en 8.000 establecimientos. Tenemos que darle herramientas a los padres para poder educar bien a sus hijos en la temática de la prevención y tener un control y normas límites en la crianza de los hijos".
Asimismo, destaca la aplicación de campañas cotidianas en los medios de comunicación que sensibilicen sobre el tema, y aportar recursos para el tratamiento y la rehabilitación de personas con consumo de alcohol problemático.
"Hay que hacer mucho más de lo que hemos hecho, es insuficiente y el alcohol el Chile es un problema grave, severo, que produce una enorme cantidad de daño a las personas, a las comunidades y a las familias", sentenció Montenegro.
