SANTIAGO.- La renuncia el pasado martes del senador Carlos Montes a la jefatura de la bancada del PS y a la comisión de Hacienda, que presidiría el próximo año, fue el primer hito que evidenció la tensión entre el partido de la Presidenta Michelle Bachelet y su Gobierno.
Los argumentos del senador -expresados en una carta- apuntaban a no haber podido cumplir con algunos de los objetivos encomendados por el comité socialista, en materia económica y educacional. Asimismo, Montes reconoció que falló en "el intento de influir en la conducción política" y en generar una nueva coordinación entre el Ejecutivo y los partidos.
Pero una de sus críticas que más llamó la atención fue aquella donde apeló a la "dignidad básica" como motivo para renunciar, acusando que "el estilo del Gobierno es claramente negociar con la derecha, tantearnos a los de la Nueva Mayoría sin mayores consecuencias, cuando hay diversidad, y avanzar sin mayores consideraciones".
Esto luego que el Gobierno llegara a un acuerdo con Chile Vamos durante la tramitación de la glosa de gratuidad en el Presupuesto 2017, con el fin de evitar que la oposición recurriera nuevamente al Tribunal Constitucional.
"En este último año de gobierno es absolutamente necesario el diálogo, el tomar acuerdos para un Chile más justo. Quiero aportar haciendo diálogos y buscando acuerdos (...). Tenemos una responsabilidad gigantesca con sacar adelante nuestras prioridades", dijo a fines de noviembre la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, anunciando cuál sería el sello de su administración.
La reflexión de los senadores y las gestiones de La Moneda
Tras la decisión de Montes, sus compañeros de bancada no sólo le dieron su apoyo, sino que además aseguraron compartir su diagnóstico, tras lo cual decidieron declararse en estado de "en reflexión".
Así, a través de un comunicado informaron que "la bancada de senadores socialistas se declara en reflexión ante la necesidad de buscar una relación distinta con el Gobierno y, particularmente, con los ministerios que lideran su acción política y económica".
Con ello, agregaron que "creemos absolutamente necesario entender que las mayorías deben iniciar su construcción desde un diálogo con las fuerzas parlamentarias de gobierno y desde ahí ampliarse a otras fuerzas políticas (...) No es sostenible instalar como política de gobierno llegar primero a acuerdos con la derecha y poner a los parlamentarios de la Nueva Mayoría en situación de respaldar o no ese acuerdo, sin consideración a sus contenidos".
La situación encendió las alarmas en La Moneda e incentivaron las gestiones de la ministra Narváez, quien busca que el desencuentro no escale más allá. Esto ya que no es primer conflicto que el Gobierno tiene con uno de los partidos de la coalición, pues cabe recordar que previamente la DC congeló las relaciones con el Ejecutivo.
Para ello, la vocera invitó a los senadores PS a una cena para el próximo lunes, ocasión en que abordarán el tema junto a otros ministros del comité político y la jefa de gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte.
Tensión interna ante ausencia de Allende
La situación se produce en medio de la ausencia de la líder socialista, Isabel Allende, quien lleva más de un mes alejada de las actividades públicas e internas, debido a que está con licencia médica, aunque se espera que retorne la próxima semana.
En medio de esto, algunos parlamentarios han acusado la existencia de una "falta de conducción" partidaria. Esto en el marco de la molestia de los senadores y en medio del debate presidencial, donde el partido ya cuenta con las postulaciones del ex ministro José Miguel Insulza, el abogado Fernando Atria y el ex Presidente Ricardo Lagos.
En ese contexto, ya han comenzado las gestiones de cara a la elección interna del PS para el 26 de marzo del 2017, y donde el ex ministro Álvaro Elizalde, surge como la opción del sector Allendista para liderar el partido, ya que la actual timonel no podrá repostular al llevar dos periodos consecutivos en la mesa.