Previo al proceso de postulación a la educación superior es fundamental que los jóvenes se orienten respecto a su vocación. Lo primordial, según los expertos, es definir un proyecto personal a futuro y detectar las capacidades e intereses propios. Sin embargo, muchos estudiantes cometen errores que, más que orientar, los desvían.
"Determinar el proyecto futuro es clave, ya que ayuda a entender que la carrera profesional a elegir es solo un medio para alcanzarlo y no un fin en sí mismo, a pesar de que muchas veces se platee como tal", afirma Patricio Pulgar, director de Vocacional, organización que acompaña a estudiantes y profesionales en su búsqueda vocacional, basándose en las competencias e identidad.
Según las estadísticas, uno de cada tres estudiantes que entran a la educación superior deserta al primer año. Es por esta razón que te dejamos los errores que no debes cometer según los especialistas de Vocacional.
1. Dejar la decisión para último minuto
El primer y gran problema es pensar que la vocación se elige de un día para otro. En este punto no es mucho lo que pueden hacer quienes postulan este mes a la educación superior. Pero, como lección, los especialistas recomiendan entender la orientación como un proceso que comience con anticipación y sea de mucho autoconocimiento. En la mayoría de los casos este proceso nunca termina.
"La vocación funciona más como una construcción que como un descubrimiento. Las personas cambiamos, por lo tanto no debería sorprendernos tanto que la vocación también lo haga", explica Pulgar.
El experto asegura que, generalmente, la vocación se hace más clara en la etapa laboral que en la académica.
2. Convertir los test en un oráculo
Si bien estos cuestionarios son una guía muy útil, hay que entender que dan respuesta al momento presente, al estado de ánimo o al tiempo que se tiene para responder. Para hacer un buen uso de ellos es clave buscar varios tipos y contestarlos en diferentes momentos para comparar resultados.
Los test se deben entender desde el punto de vista de la información que entregan para planificar y trabajar las fortalezas y debilidades de los estudiantes.
3. Entender la vocación solo como una elección de carrera
Por supuesto que a la hora de postular deberás anotar qué carrera quieres por orden de preferencias. Sin embargo, la vocación debe orientarse a un plan de trabajo para alcanzar un objetivo y no a una carrera en específico.
"Es importante que los jóvenes se pregunten primero en qué consiste su proyecto personal a largo plazo. Algo que ayuda mucho es tratar de captar las imágenes que se vienen a la mente cuando uno piensa en su futuro", recomienda el director de Vocacional.
Antes de la postulación se debe decidir qué se quiere hacer a futuro, para luego ver qué áreas y especialidades se relacionan a estos planes. Si tienes claro cuáles son tus objetivos sería un grave pecado encadenarse a una carrera puntual.
4. Orientarse basándose en asignaturas
Es un error definir las habilidades y aptitudes del estudiante únicamente en base a resultados por materia, ya que se ignora la formación por competencias y no se evalúa la capacidad de aprendizaje.
"La orientación por asignatura es un pecado porque desorienta. En el mundo laboral no existen los buenos para matemática, o lenguaje, o biología. En cambio, se mueve a partir de competencias, de personas integrales y relacionadas, no separadas por asignaturas como en el colegio", asegura Pulgar.
Lo que se aconseja es enfocarse en las habilidades y competencias necesarias para cada profesión al momento de tomar una decisión vocacional y, de esa forma, no cerrarse a las oportunidades y desafíos que se presentan.
