Andrónico Luksic en el Centro de Justicia el lunes pasado.
El Mercurio (Archivo)
SANTIAGO.- Para esta jornada, ante el 8° Juzgado de Garantía de Santiago, está programado que se conozca el veredicto contra el diputado Gaspar Rivas, quien enfrenta un juicio oral por el delito de injurias contra el empresario Andrónico Luksic.
El fallo se sabría luego que finalicen los alegatos de clausura.
El lunes se inició el proceso que incluyó la declaración en estrado de la propia víctima, quien aseguró haber llegado a instancias judiciales "para que se limpie esta afrenta".
Junto a Luksic también declaró el perito José Luis Samaniego y se presentaron notas de prensa y audios como prueba para acreditar los insultos que profirió el legislador y que sustentan la querella del empresario contra Rivas.
El juicio estuvo marcado por las agresiones que sufrió el vicepresidente del Banco de Chile durante su salida del Centro de Justicia, donde además protestaba un grupo de disidentes del proyecto Alto Maipo.
Los incidentes obligaron a que personal de Gendarmería actuara con violencia contra los manifestantes que se encontraban en el lugar.
Las agresiones, incluso, fueron condenadas tanto por el presidente de la Corte Suprema Hugo Dolmestch y por el fiscal nacional Jorge Abbott, quienes coincidieron en que existe un alto grado de violencia que es necesario abordar como sociedad.
La causa en cuestión en tanto, es de carácter privada, por lo que no existe intervención del Ministerio Público.
"Nunca he hablado con el señor Rivas"
El lunes, durante los 20 minutos en que se extendió su declaración ante el juez de garantía, Luksic aclaró que hasta el momento de los hechos -donde Rivas lo tildó de 'hijo de puta'- "no conocía su existencia".
"He sido insultado en mi honra personal por una persona que no había conocido nunca en mi vida, no conocía su existencia hasta que me informé de todos los distintos insultos que fui objeto por parte del diputado Rivas (...) nunca había hablado con él", dijo.
Sobre las afirmaciones del parlamentario, el empresario aseguró que fue un momento "terriblemente doloroso en lo personal y en lo familiar", agregando que "hace muchos años que nadie con esa vehemencia me había llamado un hijo de puta, y por eso que estoy acá".