SANTIAGO.- Los resultados de la PSU 2016, volvió a evidenciar la brecha que existe entre el rendimiento de los estudiantes de colegios públicos y particulares pagados.
De acuerdo a lo informado hoy por
El Mercurio, mientras el mejor colegio privado -el Cambridge de Providencia- tuvo un promedio PSU de 704,4 puntos, el mejor municipal -el Augusto D'Halmar de Ñuñoa- promedió 665 puntos, es decir, 39 puntos menos.
Asimismo, las brechas entre las pruebas llegaron hasta los 139 puntos, según el examen que se analice.
Ranking
Según un análisis hecho por la U. Católica de Valparaíso, el ranking de los 100 mejores establecimientos está compuesto por 93 recintos pagados, otros cinco subvencionados y dos municipales.
"En los colegios particulares pagados efectivamente hay más recursos, hay profesores especialistas que tienden a fortalecer la preparación a la PSU, eso es una realidad", sostiene María Elena González, directora del Sistema Único de Admisión.
La experta agrega que "también es una realidad, y así lo ha demostrado la investigación, que la apropiación curricular no es igual en todos los establecimientos ni en todo el país". Es decir, no en todos los colegios se logra pasar toda la materia, ni tampoco se aprende de la misma forma.
El vicepresidente del Consejo de Rectores, Aldo Valle, puntualiza que para entender este fenómeno también se debe considerar el nivel socioeconómico de los alumnos. "Si el nivel educacional de los padres es muy elevado y, por ejemplo, ellos cuentan con educación superior completa, las capacidades y habilidades de los escolares son muy distintas, y por consecuencia, los profesores tienen tareas muy diferentes".
En esa línea, Mathias Gómez, investigador de Educación 2020, sostiene que "la PSU no mide la educación que recibiste solo en tu colegio, sino que refleja el contexto en el que creciste". Y añade que el examen "es academicista, por eso genera tanto sesgo. Eso ya es súper fuerte y es difícil remediarlo".
Otros factores
Por otro lado, el vicerrector académico de la UCV, Nelson Vásquez, sostiene que hay una serie de factores que han jugado contra la educación pública.
Uno de ellos tiene que ver con que "cada vez más tenemos períodos largos en que no hay clases, ya sea por el paro de profesores o de estudiantes, que provoca que haya períodos de muchas horas que no son utilizadas".
Asimismo, indica que en los colegios municipales hay un grupo importante de alumnos que es primera generación que está en la educación secundaria, y "no hay ningún programa o acciones que instalen las expectativas para que el joven quiera llegar a la universidad".
Y el vicerrector asegura que ese plan, "probablemente", exista en los otros tipos de colegio desde que ingresan a la media.
Vásquez argumenta, además, que hay muchos profesores que tienen "muy bajas expectativas de que sus alumnos van a llegar a la universidad, y así no generan oportunidades".
Termómetro
Leonor Varas, directora del Demre -entidad que aplica la PSU-, asegura que aunque se generen estas diferencias entre tipo de establecimientos, no se podría aplicar una prueba diferenciada.
Y el rector Valle argumenta que el ranking de notas es una de las medidas que se han tomado para aplacar las diferencias, considerando el contexto educativo de los estudiantes.
Con todo, el vicerrector de la U. Católica de Valparaíso añade que en el último tiempo ha habido una "alta politización de la PSU", y sostiene que "en vez de discutir o poner énfasis en la calidad de la educación, se dice que es la prueba la que discrimina, pero es el termómetro".