SANTIAGO.- Los estudiantes del Instituto Nacional que dieron la PSU este año ingresaron al establecimiento en 2011 y les tocó vivir la parte más intensa del movimiento estudiantil, que hizo que estuvieran 134 días en paro ese año. Pero en los años siguientes continuaron movilizándose y, en total, estuvieron 259 días en paro. Esto equivale a 13 meses de clases, o a decir que dejaron de recibir uno de cada cinco días de enseñanza formal.
Esa es una de las causas de la caída que registraron en el puntaje promedio de la PSU, según el rector del establecimiento, Fernando Soto, y que sacó a este emblemático liceo de entre los cien mejores planteles del país.
"Mientras más clases pierden los niños, más bajos son los resultados que obtienen", sentencia el directivo según publica
"El Mercurio", y plantea que el problema comenzó luego de 2006, cuando se produjo un distanciamiento entre el movimiento estudiantil y las autoridades, a propósito del "pingüinazo", protesta que fue liderada por este mismo recinto.
"Esa movilización se fue desvirtuando, porque no siempre las autoridades siguieron el mismo ritmo de los cambios que los estudiantes pedían, y los jóvenes fueron perdiendo la confianza. Y en este alejamiento, empezó a proliferar otro tipo de ideologías, entre ellas una pseudoanarquista, que causó mucho daño en los inmuebles", dice.
Así, añade el rector, las generaciones que siguieron -incluyendo la que ingresó en 2011 y que rindió esta versión de la PSU- terminaron en paros excesivos y bajas en el rendimiento.
Sin embargo, Soto cree que ese escenario se revertirá. "Los propios estudiantes se están dando cuenta de que si bien es legítimo que tengan su visión de mundo y aspiraciones, las estrategias de movilización que usaron son autodestructivas".
Prueba de eso es que la semana pasada los alumnos eligieron a su nuevo centro de estudiantes y triunfó una lista más "moderada", dice el rector, la que tiene otra visión de las protestas.
"Nuestros estudiantes se sienten responsables de todas las movilizaciones de los liceos municipales de Chile, y a veces decidían ir a un paro, pensando que con eso defendían a toda la educación. Han ido madurando su análisis, pero nos enorgullece que tengan una conciencia republicana", plantea Soto.
Ranking de notas
Pese a la situación que atraviesa el emblemático liceo, el rector destaca que aún mantienen el nivel educacional: registraron nueve puntajes nacionales y siguen con un buen desempeño.
"Medimos el avance de los estudiantes en un sinfín de actividades, no solo en la PSU. Hay talleres de literatura, de cine, de artes, enseñamos inglés, francés, alemán, turco, chino mandarín y mapudungun, y los niños sacan todos los premios. La PSU no mide suficientemente lo que se sabe", dice, y añade que el Demre debería modificar la prueba para incorporar otros parámetros.
Además, cuestiona el uso del ranking de notas, ya que a su juicio solo "favorece más a los colegios particulares pagados", por lo que también pide su revisión.
"El Instituto tiene una carga y peso histórico que los apoderados, profesores, estudiantes y funcionarios estamos dispuestos a asumir, para recuperar ese compromiso", concluye.
