SANTIAGO.- "Lo primero que sientes es miedo... miedo a que se les vaya a escapar un tiro". Claudia Lecaro (47) trabaja desde 2014 como cajera en la plaza de peaje Las Canteras, Colina. En octubre del año pasado fue asaltada por dos personas.
"Fue un día de la semana; había un flujo normal". Pasadas las 21:30 horas llegó un vehículo. Lecaro abrió la ventanilla para recibir el pago. Mientras contaba el vuelto, un hombre a rostro descubierto se bajó del auto y le apuntó una pistola en la cabeza. "Me pone una pistola, y otro hombre entra por la puerta. ¿Y se llevan qué...? ¿80 mil pesos?", aseguró a
"El Mercurio".
El asalto no duró más de 20 segundos, y luego los dos hombres escaparon. El hecho le provocó a Lecaro una crisis de pánico. Era el segundo robo que vivía como cajera. Estará con licencia médica hasta el 26 de enero y deberá ir a un psiquiatra. "En ningún momento piensas que te van a asaltar", dice. Confiesa que ahora vive con "temor todo el tiempo", en especial "los viernes, los feriados largos, cuando hay fiestas como en el Dieciocho. Son fechas en que uno se pone nerviosa".
Robos con intimidación como el de Lecaro, con violencia, por sorpresa, hurtos y lesiones son parte de los 157 delitos que hubo en plazas de peajes del país durante 2015, la mayor cantidad de casos en los últimos cuatro años, según un análisis de cifras de Carabineros obtenidas por Transparencia. Desde 2012 a la fecha se han denunciado 615 delitos en las plazas de peaje de Chile, y solo 53 detenciones.
En 2012 hubo 92 asaltos; en 2013, 114; en 2014 aumentaron un 31% (149), y en 2016, hasta el 30 de octubre, se habían registrado 103.
Del total, la mitad (308) son robos con intimidación; es decir, bajo amenaza. Lo siguen hurtos (54) y robos con violencia (37). En el período que abarca desde 2012 hasta el cierre de 2015, último año con los datos completos, hubo un incremento porcentual de 70%.
Zonas peligrosas
Uno de los últimos asaltos del año pasado fue el 30 de diciembre en el peaje San Roque, en la Ruta de la Madera, Región del Biobío.Pasada la medianoche, tres personas a rostro descubierto y con escopetas amenazaron y golpearon al jefe de turno y al guardia de seguridad. Escaparon con $1.700.000, la recaudación del día.
Biobío es la región con más casos en los cuatro años (171), seguida por la Región Metropolitana (125) y Valparaíso (96). Las tres suman 392, el 63% del total, y acaparan ocho de las 10 plazas de peajes con más delitos: Los Ángeles, Colina y Casablanca.
Así como el asalto en Biobío, que fue pasada la medianoche, el desglose de las cifras muestra que entre las 21:00 y la 1:00 se registra el mayor número de casos, seguido del rango entre las 18:00 y las 21:00 horas.
Cada año ha tenido su peak de robos en distintos meses. Por ejemplo, en 2012 fue febrero, en 2013 fue en agosto y en 2014, diciembre.
Jóvenes y veloces
Según el relato de los cobradores, los robos son breves, y los montos sustraídos, pequeños. En general no superan los $100.000. Según operadores como Álvaro Reyes, quien pertenece al Sindicato de Autopistas de Chile, el bajo monto sustraído provoca que los delitos no tengan mayor repercusión.
Reyes explica que el modus operandi de los delincuentes es el mismo que el del robo que sufrió Claudia Lecaro: hombres jóvenes, de entre 20 y 30 años, que llegan en vehículo, pagan el peaje para no levantar sospecha y con un arma amenazan a las personas, y también a los conductores. "Se le apunta al conductor para amedrentarlo, para que no haga nada". Si bien acotados, en cuatro años se han denunciado 11 robos de vehículos en los lugares.
En octubre del año pasado, María Romero viajaba con un amigo en dirección a Cabrero, Biobío. A las 23:25 horas se acercaban a pagar al peaje de la ruta Concepción-Cabrero cuando vieron que las ventanas de la caseta estaban rotas y una persona agitaba un objeto metálico con una mano. El amigo le dijo: "Retrocede, nos van a disparar, es un asalto".
Romero pensó que en ese momento los iban a matar, pero los delincuentes escaparon. La mujer se acercó a ayudar a las víctimas y llamó a la policía. No recuerda que tuviera temor en el momento, pero al salir del lugar, mientras manejaba le comenzaron a "tiritar las piernas". Dice que ahora se siente insegura cada vez que se acerca a alguna plaza de peaje.
Carabineros fue consultado por el perfil de quienes cometen estos delitos, pero en la institución optaron por no dar declaraciones.
En el Departamento de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) indican que en las bases de las licitaciones para la operación de autopistas interurbanas existen requerimientos de seguridad. "Las sociedades concesionarias deben mantener canales de comunicación con servicios públicos, tales como Carabineros de Chile, Bomberos y servicios hospitalarios y de emergencia, entre otros", señalan.
En materia de seguridad, las plazas de peajes están sujetas a la Ley 19.303 (ley de vigilancia privada). Desde el MOP afirman que "en la actualidad el retiro de los valores desde las plazas es permanente (...), por ello los montos que se mantienen son generalmente reducidos".
La concesionaria Intervial Chile (rutas del Maipo, Maule, Del Bosque, La Araucanía y Los Ríos) fue contactada, pero optaron por no hablar. Y en Abertis Autopistas (que opera en las rutas 68, 78, Los Libertadores y Elqui) solo dijeron, escuetamente, que "cumplen con todos los requisitos de seguridad del MOP".