Rubén García Blanco, El Mercurio (foto referencial)
SANTIAGO.- El fenómeno de los embarazos adolescentes, es decir, mujeres que tienen sus hijos a los 19 años o antes, comenzó a ser objeto de políticas públicas a inicios de los noventa, cuando las autoridades diagnosticaron que cada vez las personas adelantaban más el inicio de la actividad sexual.
Y esas iniciativas, que fueron profundizadas en los últimos años, están mostrando efectos. De acuerdo con las cifras que maneja el Registro Civil, en 2016 hubo 22.349 madres adolescentes, 18% menos que el año anterior, en un descenso que más que triplica la baja total en la natalidad de ese año, señala "
El Mercurio".
Para las autoridades y los expertos, el descenso se explica principalmente por las medidas de prevención y educación sexual. El ministro (s) de Salud, Jaime Burrows, dice que "en las adolescentes han impactado las políticas públicas de educación sexual y, sobre todo, las de acceso a métodos anticonceptivos".
Lo anterior, añade, se verá potenciado con la reciente ley que elimina la exigencia del consentimiento de los padres para que los adolescentes se hagan el examen del VIH, que permitirá que más jóvenes accedan a la prevención de embarazos.
Y mientras las madres adolescentes disminuyeron 18%, el total de niños nacidos en 2016 bajó 5% respecto del año anterior. Sin embargo, Burrows explica que las mujeres adultas "han disminuido su fecundidad a un ritmo más acelerado que las jóvenes", por lo que, eventualmente, el país debiera aplicar políticas que aumenten la natalidad.
Víctor Zárate, director de Medicina de la U. San Sebastián en Santiago, cree que más que los métodos anticonceptivos en específico, "la mejora del nivel de educación, el control de la natalidad, la formación de estudiantes en los colegios y educación sexual" explican el descenso.
"Las medidas puntuales no mantienen las cifras en el tiempo. Cuando el país se va desarrollando, se preocupa de enfocar estos temas de manera más integral. Eso también tiene que ver con la tasa de natalidad", añade.
Una opinión similar tiene el ex ministro de Salud Álvaro Erazo, quien dice que "el embarazo adolescente es un trazador del punto de vista de las condiciones de desarrollo socioeconómico de un país. Cuando hay condiciones de precariedad, vulnerabilidad, hay mayores tasas".
La presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, valora el descenso de embarazos, los que estarían influenciados por el uso de implantes subcutáneos anticonceptivos y por la extensión horaria de atención en los consultorios, para que pudieran ir los escolares. Sin embargo, advierte que "la idea es que esto se reduzca mucho más, y falta que el Ministerio de Educación tenga una política donde lleve psicólogos, asistentes sociales o matronas a los colegios".
El experto en obstetricia de la U. de Chile Ramiro Molina agrega que la baja en embarazos adolescentes pasó por "colocar los métodos anticonceptivos en función del deseo de las mujeres, y facilitarle el acceso a ella, fundamentalmente, a la población más vulnerable".