En la primera imagen, alumnos escuchan la clase sentados en el suelo, detrás del umbral de la puerta. Y en la segunda, se ven larvas en la comida del casino.
Confech
SANTIAGO.- Los alumnos de la sede Santiago de la Universidad de Valparaíso (estatal) denuncian que deben estudiar en "condiciones miserables", debido a las graves deficiencias que presenta el campus tanto en infraestructura como en las condiciones sanitarias.
"El caso de la U. de Valparaíso (sede Santiago) es crítico, extremo, es una situación de emergencia", afirma el presidente de la Feusach y vocero de la Confech, Patricio Medina.
Según detalla, entre los principales problemas se cuenta el "hacinamiento" de los estudiantes en las salas de clase, ya que la sede –ubicada en un ex colegio de la comuna de San Miguel– es "demasiado chica" para albergar a los cerca de mil 200 alumnos.
"En salas para 40 personas hay 80 estudiantes, hay gente que está sentada en el suelo, en la puerta, afuera de la sala", afirma el dirigente, quien advierte que eso repercute directamente en la calidad del aprendizaje. A eso se suma que "los baños están sucios, son muy antiguos, tienen rotas las tapas del wáter y ninguno tiene confort".
Otro problema grave para los alumnos es el casino, ya que afirman que los alumnos se han intoxicado e incluso han encontrado gusanos en las comidas. "Hemos tenido caso de compañeros que han caído al hospital porque se han intoxicado en el casino de la universidad", afirma Medina.
También denuncian malas condiciones laborales de los funcionarios de la universidad, incluyendo profesores y administrativos, que estarían siendo afectados por el atraso en el pago de sueldos; además de falta de directores de carrera, secretarios académicos; y la inexistencia de un protocolo ante denuncias de acoso sexual.
"La crisis no sólo afecta a las universidades privadas"
Los estudiantes afirman que existe una "despreocupación" y "discriminación" hacia ellos por parte de las autoridades centrales de la universidad, cuya casa central se encuentra en Valparaíso, y acusan que los recursos se distribuyen de forma desigual entre las distintas sedes. "Se siente como que ésta fuera otra universidad, hay un desapego de las autoridades", afirma Medina.
A la luz de esta situación, el dirigente sostiene que "tenemos crisis no solamente en las universidades privadas, como la Arcis, Iberoamericana, o del grupo Laureate, sino también en las universidades estatales, que hoy día lamentablemente están dejadas de lado por el Estado".
Afirma que también hay otros planteles estatales, principalmente de regiones, que enfrentan graves problemas de infraestructura y financiamiento, como la U. de La Frontera, lo que atribuye a que los recursos se entregan con una mirada centralista, privilegiando a los planteles de la capital.