SANTIAGO.- Una película. Esa fue la inspiración que el ingeniero comercial Rafael Garay tuvo como base para señalar a sus cercanos y clientes que tenía un grave tipo de cáncer cerebral antes de irse a Rumania, en septiembre de 2016.
Al menos eso fue, según fuentes del caso, lo que declaró el jueves pasado ante el fiscal José Morales, a quien le confesó que nunca tuvo dicha enfermedad.
Garay declaró durante cuatro horas la semana pasada, en lo que fue su primer encuentro con el fiscal de la causa, quien de antemano ya había determinado que el hombre acusado de estafa por 36 personas nunca tuvo cáncer.
Trascendió que el persecutor ordenó realizar las consultas en diversos centros médicos que se especializan en casos oncológicos, así como también se realizaron consultas en isapres, y en todos los casos se descartó que Garay hubiera hecho alguna consulta por ese padecimiento.
El ingeniero comercial continuará internado en el anexo cárcel Capitán Yáber, a la espera de que en la tarde del próximo jueves sea llevado nuevamente a declarar ante el fiscal Morales.