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Madre denuncia a jardín infantil de Punta Arenas por discriminación a su hija con epilepsia

Este episodio ocurrió el pasado viernes 21 de abril en el establecimiento de Punta Arenas "Mar y Cielo", perteneciente al Bienestar de la Armada.

19 de Mayo de 2017 | 07:06 | Por Fernanda Villalobos Díaz, Emol
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Departamento Bienestar de la Armada
SANTIAGO.- "Mi primera reacción como mamá fue sentarme en mi auto y ponerme a llorar", cuenta Laura Fontana al recordar cuando la nueva directora del jardín infantil al que asiste su hija María Jesús (5), quien sufre de epilepsia refractaria y trastorno de percepción sensorial, le dijera que debía ir a buscarla una hora y media antes de lo establecido porque su comportamiento había cambiado.

"Aquella que no puede ser controlada habiendo probado dos o más medicamentos".

Epilepsia refractaria
Este episodio ocurrió el pasado viernes 21 de abril en el establecimiento de Punta Arenas "Mar y Cielo", perteneciente al Bienestar de la Armada. En él y en conjunto con una parvularia, también nueva, le notificaron que en vez de retirarla a las 12:30 horas como era habitual, debía hacerlo a las 11:00 horas, "aludiendo que sería mejor para María Jesús, pero sin ningún programa o idea de lo que nosotros (con su marido) debíamos hacer con ella", según sostuvo la madre a Emol.

"Esa semana la pequeña había estado más agresiva e hiperactiva de lo normal, pero esto era debido a un desajuste en su medicación ya que los efectos secundarios de las drogas que toma son muy fuertes", señaló.

"El lunes 24 yo la fui a buscar a las 12:30 porque lo estimé conveniente, pero el martes me mandaron una comunicación recordándome que según lo establecido en la reunión, tenía que ir a buscarla a las 11", contó la gerenta comercial.

"Ahí yo entré en cólera. Esto no le puede pasar a la Jesús ni a ningún otro niño porque yo me relaciono mucho con niños con problemas y necesitan más apoyo, eso fue lo que me golpeó más, porque fue arbitrario, fue una decisión de una persona que llevaba un mes en el jardín que no conoce a mi hija", añadió.

"Dentro de los efectos secundarios de los medicamentos están la hiperactividad, la agresividad, pero la guerra la tiene contra ella misma, entonces menos tendríamos que sentir nosotros amenazados. Yo pensé que ella era una amenaza para el resto, eso me hicieron sentir"

Laura Fontana, madre de María Jesús
Y continúa: "No pude decir nada, o sea, le dije 'no estoy de acuerdo', me fui y me senté en el auto a llorar porque en realidad no logro entender cómo hoy día, que nos creemos tan desarrollados y que el tema de la inclusión está tan en boga, nos pasaba una cosa así en un lugar donde nosotros sentíamos que era un lugar de protección para la Jesús. Me puede pasar en cualquier parte, pero no en un establecimiento educacional donde yo sentía que estaba protegida donde yo confío en que va a estar bien".

"Yo siempre les dije que si me lo hubieran adornado un poquito más me convencen, el tema es que esa decisión tan arbitraria, de decirme se la lleva a las 11 de la mañana porque la criatura es un cacho, es súper simple (...) en definitiva, fue una discriminación arbitraria", aseveró.

María Jesús lleva más de dos años en ese jardín: "ella no tuvo ningún problema, o sea, algunos días tenía que faltar por sus crisis o porque no se sentía bien, pero la parvularia que tenía en ese momento la manejaba perfecto", dijo y aseguró que la idea de que ella asista a este recinto es para "socializar con sus pares" ya que en la tarde va a una escuela especializada donde tiene sesiones de kinesiólogo, fonoaudiólogo y educación diferencial.

La denuncia

Luego de esta situación, la madre puso una denuncia por discriminación en la Superintendencia de Educación y el organismo le pidió al jardín infantil un informe con todos los detalles de lo sucedido. Tienen plazo hasta hoy viernes para entregarlo.

"Yo no creo en la maldad intrínseca de las personas, no creo que haya habido una maldad intrínseca en lo que hicieron, pero sí un condoro gigante, es una negligencia a nivel mil, no puede ser que un lugar educacional separe a un niño del resto sin preguntarle a los papás o sin llegar a un acuerdo", señaló Laura.

Según explicó el Comandante John Jessop, efectivamente la decisión fue tomada por la directora, en conjunto con la parvularia y la especialista, porque María Jesús estaba con un comportamiento diferente. No obstante, desde el recinto educacional indicaron que no están autorizados para entregar ningún tipo de información.

Respecto a los objetivos que tiene la madre con esta demanda es que "el jardín tome conciencia de que si ellos aceptan niños con discapacidad tienen que tener un ambiente preparado, la pega no es sólo de los papás, sino también del establecimiento en que estás confiando".
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