La Presidenta Michelle Bachelet durante su última Cuenta Pública.
Héctor Yáñez, El Mercurio.
SANTIAGO.- Defensa de las políticas impulsadas por su Gobierno, alusiones a la administración del precandidato Sebastián Piñera y un llamado a la "unidad" de los demócratas progresistas, fueron parte del discurso realizado este jueves por
la Presidenta Michelle Bachelet, en su última Cuenta Pública ante el Congreso Nacional.
Un mensaje marcado por la campaña electoral, según consideran algunos expertos. Así, el cientista político de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, comentó a Emol que "su discurso es una fuerte presión para todos los que están en la elección, una fuerte presión para Piñera (…) para tomar la agenda y responder rápidamente. Pero ella también se hace cargo de los partidos que conforman la Nueva Mayoría, para que de alguna manera logren algún proceso de unidad frente a los cambios y las reformas que este Gobierno ha estado desarrollando".
Bachelet pone la agenda
Ante los anuncio hechos por Bachelet sobre el envío de algunas medidas, Olivares apuntó que si bien algunas de estas promesas no puedan cumplirse en lo que queda de su mandato, "pero el hecho de que estemos de aquí a los próximos días discutiendo sobre estos temas, va a ayudar a posicionar a los diferentes candidatos dentro del espectro político, ese es un objetivo de campaña electoral que está muy bien pensando. Les da cierta ventaja a los candidatos del oficialismo, para tener ejes de unión y de discusión".
"De alguna manera, ella coloca los temas en agenda y eso es quizás mucho más importante que entrar directamente a la campaña, ella da la pauta para el resto de lo que tienen que hacer", remató el docente de la U. de Chile.
Por su parte, el académico de la Universidad Central, Kenneth Bunker coincidió que en su discurso Bachelet "trata de marcar un poco cuál es la agenda que ella prefiere con este enfoque un poco más progresista. Y hace una serie de promesas que están en línea con lo que ha predicado durante su Gobierno (...) Esto sucede, porque justamente estamos en campaña presidencial, electoral y ella se puede dar un poco más la libertad de hacer lo que quiere".
Con esto, Bunker recalcó que "es muy claro que ella opta por la agenda progresista antes que, por ejemplo, de la DC, empuja algunas cosas que son controversiales para la DC, particularmente el tema del aborto. Pero me parece que es un apoyo tibio, no me parece que haya tomado lados claramente. Creo que también es algo estratégico, pues necesita el voto de la DC".
"Es un poco más directo de lo que estamos acostumbrados, porque ella generalmente no se involucra en política chica, local y menos en campaña. El mejor ejemplo es el año 2009 cuando fue muy tibia con el apoyo a Frei, que fue el único del sector, ahora creo que es un poquito más compleja, pero admite al final que tiene una agenda progresista, lo que claramente es tomar lado dentro de los candidatos", enfatizó el profesor de la U. Central.
El contraste con Piñera
En relación a las alusiones hechas a Piñera, Olivares cree que ésta "es una forma muy elegante de responderle a Sebastián Piñera, sin nombrarlo directamente. La frase del principio sobre quien quiere 'echar pie atrás a la gratuidad le está dando la espalda a la ciudadanía', es un ataque certero, directo y sin caer en demagogia y populismo, lo que hace el discurso es reposicionar el rol político de la Presidenta".
Mientras que Bunker opinó que "es valiente compararse con el gobierno de Piñera, y mostrar que hay avances, pero más que nada responde a su propia agenda ideológica. Obviamente esa es su labor como político".
