Mario Quilodrán, El Mercurio.
SANTIAGO.- Dos horas antes de que el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, y otros cuatro dirigentes de la organización visitaran al parcelero de Pidima Arzoindo Bascur —quien ha sufrido más de 100 ataques a balazos en su predio, que es reclamado por la comunidad mapuche Juan Antinao—, en el sector hubo disparos y gritos amenazantes. Los incidentes ocurrieron luego de un operativo policial que permitió incautar un auto robado y municiones.
Si bien Ariztía pensaba que iban a ser escoltados por policías hasta el lugar, ubicado en Ercilla, al norte de La Araucanía, para su asombro —según expresó— debieron viajar en un vehículo policial blindado, dispuesto para su seguridad, consigna
"El Mercurio".
Ariztía, quien se trasladó hasta La Araucanía con integrantes de la nueva directiva del sector agrícola, viajó para solidarizar con afectados por la violencia rural y reunirse con gremios locales, con el obispo de Temuco, Héctor Vargas; con el fiscal regional, Cristián Paredes, y con dirigentes del Parlamento Mapuche.
Tras revelar que su organización reforzará el apoyo a las víctimas de atentados en su aspiración de conseguir medidas para combatir la violencia, Ariztía escuchó el relato de Bascur. Este contó que ahora usa, junto a su mujer, chalecos antibalas y cascos para recorrer su parcela de poco menos de 11 hectáreas.
Aparte de denunciar la pérdida de sus siembras y el robo de animales, Bascur detalló que "hasta para salir a hacer un trámite debemos ir camuflados y pedir que nos vengan a buscar". Además, recordó que el ministro del Interior, Mario Fernández, "no ha cumplido ninguno de sus dos compromisos de venir a vernos". El primero lo efectuó el 23 de enero, durante su interpelación en el Congreso; y el segundo, 12 de mayo, en una reunión en La Moneda.
El presidente de la SNA manifestó que "esto hay que venir a verlo para creerlo", y agregó que "si me lo hubieran contado, habría sido difícil formarse la dimensión de la angustia de un matrimonio adulto, con su casa perforada por balas".
Ariztía recalcó que "lo que les ocurre a ellos no es vida, y Chile no puede seguir permitiendo que para llegar a una propiedad haya que viajar en un vehículo blindado de Carabineros", y anunció que "tras conocer esta realidad, buscaré la manera de aportar, como SNA, una solución para sacarlos de esto".
Consultado por la demanda de los Bascur, de ser relocalizados en otra zona, Ariztía dijo que no entiende "por qué el Gobierno no lo ha hecho", y añadió que "me parece que aquí hay negligencia". Aseguró que si "el Estado no es capaz de responder, como sector privado buscaremos alternativas". Ariztía también resaltó que dos miembros de su directorio —José Antonio Galilea y Gastón Caminondo— son de la zona, "lo que permite tener un diálogo permanente con la región".
Los dirigentes de la SNA también visitaron el fundo Centenario, de Juan de Dios Fuentes, otra víctima de la violencia rural. Este resaltó que "mientras los candidatos presidenciales se dedican a discutir si hay o no terrorismo, los gremios cumplen con una preocupación mínima de visitar a las víctimas".