SANTIAGO.- Yvenet Dorsainvil es profesor de lenguaje y lleva siete años viviendo en Chile, pero aún no lo entiende: "Hacer una vaca... ¿Hacer una vaca? ¿Cómo? Todavía me estoy preguntando lo mismo", dice, riendo, frente a este modismo chileno que le resulta incomprensible.
Precisamente, para sus compatriotas que se enfrentan día a día a este tipo de interrogantes, Dorsainvil decidió crear su "Diccionario créole-español". La idea surgió el año pasado; había participado en una actividad con funcionarios de la salud pública -trabaja como intérprete y traductor, además de hacer clases de español-, y vio que los profesionales buscaban alternativas para atender a los haitianos.
Se barajó la posibilidad de que los doctores aprendieran el créole (utilizado temporalmente para denominar el criollo haitiano), pero Yvenet se fue a su casa, y siguió pensando. "Vi la necesidad de que los haitianos aprendan, y también los funcionarios que quieren aprender créole", comenta a
"El Mercurio".
El diccionario, además, incluye proverbios, expresiones coloquiales y consejos para los haitianos recién llegados. Aunque valora las iniciativas que se han impulsado en instituciones como la PDI, recalca que los extranjeros que vienen a vivir a Chile tienen la responsabilidad de aprender español.
"Eso es para empezar (...) Ahora, siempre el haitiano necesita hablar el español. Si bien en el hospital tratan de entendernos, en el trabajo no. Si no entiendes, no te dan trabajo, y a eso vinimos. Ahí está la necesidad", afirma.