SANTIAGO.- Son más de 8.000 kilómetros de cables eléctricos que los que presentan fallas de seguridad a lo largo del país, según informó la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), de acuerdo a lo que publica este lunes La Tercera.
Se trata de partidas de cables importados desde España que no cuentan con todas las medidas de seguridad exigidas en Chile, por lo cual se les revocó la certificación.
Los cables son de la familia RZ1-K, que según la normativa nacional, se deben instalar en los lugares que concentren a más de 25 personas por más de 15 minutos.
Entre los sitios que tienen que contar con este producto se encuentran malls, hospitales, cines, discotecas, casinos y edificios residenciales.
Estos conductores son libres de halógenos que significa que incluyen una serie de propiedades.
Sandra Rodríguez, gerenta general del organismo certificador Ingcer, indicó que se exige que estos cables "frente a un incendio declarado no lo propaguen, no emitan gases tóxicos ni humos de alta opacidad. Estas características son fundamentales para el trabajo de bomberos en la extinción del fuego".
Respecto de la no propagación, la norma exige que si el conductor entra en contacto con fuego, la llama debe extinguirse sola a los 2,5 metros.
Y fue justamente esta propiedad la que no cumplían los cables que alcanzaron a ingresar y a comercializarse en el país.