Fachada de la fundación ICAL.
El Mercurio
SANTIAGO.- El Instituto de Ciencias Alejandro Lipschtz (ICAL) es una de las entidades cuestionadas que elaboraron informes para parlamentarios con párrafos copiados textuales de Internet. Un escándalo que remece a diputados y senadores de distintos partidos políticos, considerando que se pagaron millonarias cifras por los documentos.
Hoy, la diputada Camila Vallejo, quien recibió informes de ICAL, aseguró al respecto que "me fallaron, me hago cargo y decidí terminar el contrato".
Ligado al Partido Comunista, el ICAL se ha dedicado a prestarle asesorías externas al conglomerado que lo contrata para que desarrolle diversos informes, estudios e investigaciones que sirven para el trabajo legislativo de la bancada, integrada por cinco parlamentarios.
La entidad, que se ubica físicamente a pasos del Metro Cumming, se fundó hace 34 años y está conformada por profesionales de diversas áreas.
Actualmente, el director de ICAL es César Bunster Ariztía, sociólogo e intérprete. Además, en el equipo figuran el sociólogo Mario Domínguez, la abogada Vesselina Kostadinova, el egresado de Derecho Adrian Prieto Farías y el biólogo marino Edgardo Fuentes Gutiérrez.
En su página web se autodefinen como "un centro de estudio y elaboración acerca de la realidad chilena (...) en vinculación permanente con el marxismo y la izquierda" y aseguran ser una institución experta en múltiples materias como sociales, políticas, económicas, comunicacionales, medioambientales, técnicas, entre otras.
Además, señalan que desde "un quehacer autónomo y plural" contribuyen a "articular a los intelectuales de izquierda y de pensamiento crítico".
Según la investigación de Ciper, Camila Vallejo, es una de las diputadas que trabajó con ICAL. Ella habría pagado un total de 7 millones por nueve informes elaborados en 2016, de los cuales ocho tienen párrafos plagiados. En uno de los documentos de noviembre, se detectaron 59 de 75 páginas copiadas textualmente de otros sitios.
Vínculo con Arcis
La fundación también estuvo ligada a la quebrada Universidad Arcis, ya que participó en la administración y fue uno de sus socios más importantes. Su retiro fue uno de los hechos que generaron la crisis que terminó con el cierre del establecimiento.
El ICAL justificó su salida como una decisión política, debido al ingreso del PC al Gobierno tras el triunfo de Michelle Bachelet.
