La Presidenta fue aclamada por los asistentes al masivo acto.
Presidencia
SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley 21.030, que despenaliza el aborto en tres causales, en un acto realizado en el Palacio de La Moneda que contó con la presencia de más de mil personas, en una de las actividades más masivas realizas en la sede de Gobierno.
El acto no sólo contó con la presencia de ministros y autoridades de Gobierno, también fueron invitados el escritor Jorge Baradit, la actriz Ana María Gazmuri, entre otras personalidades, y recordó otras actividades multitudinarias como la promulgación de la ley que puso fin al binominal y la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
De hecho, se dispusieron galerías con 1.782 butacas y se registraron tibios abucheos a algunos de los parlamentarios presentes en el acto.
"De ahora en más será su voluntad, no la voluntad ajena, la que determine si ella seguirá o no con su embarazo", y calificó la promulgación de la ley como un avance con el que a partir de hoy la opción exclusiva de la mujer de decidir "está custodiada por el Estado".
Asimismo señaló que la ley -que incluyó un paso por el Tribunal Constitucional- "implica un paso histórico para nuestro Estado", pues hasta hoy las mujeres "han debido someterse a las determinaciones forzosas del Estado, o actuar en la clandestinidad".
La Mandataria aseguró que se trata de "un día largamente esperado por las mujeres en Chile. Hoy, por fin firmamos la ley que consagra el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo y su embarazo en tres casos sumamente precisos y humanamente difíciles".
Mensaje tras Tedeum
La jefa de Estado se hizo cargo además de la serie de reproches y críticas que generó el proyecto en sectores más conservadores y religiosos y sostuvo que "hoy somos un país más justo, más comprensivo y más respetuoso. Hoy somos capaces de acompañar y amparar a las mujeres que hasta ayer quedaban solas".
"Hoy vivimos en un país donde nos hemos ganado el derecho a debatir este y todos los temas sin censura, sin miedo, sin mordaza. Porque hemos debatido con sabiduría, con tolerancia, con respeto", comentó.
"Escuchando a todos, sin descalificar a nadie y eso es justamente lo que yo quiero valorar esta mañana con ustedes (...). Durante estos años tuvimos un debate pensando en encontrar una solución a nuestros problemas, valorando la opinión de todos, sin imponerle nada a nadie y sin tener que atacarnos para quedarnos con la última palabra".
"Ese es el país que nos pertenece a todos, el país que dialoga, que conversa, el país que no impone", recalcó.