SANTIAGO.- En el marco de las críticas hacia el rector Ignacio Sánchez —realizadas por ex alumnos de la institución— por su postura ante la aprobación y promulgación de la ley de despenalización del aborto, resurgió el caso del sacerdote Jorge Costadoat, quien en 2015 dejó de ejercer como académico luego de que no se le renovara la "misión canónica" para realizar clases.
En una carta al director publicada en El Mercurio el viernes, los profesores y egresados de la UC, Javier Couso y Claudio Fuentes, cuestionaron a Sánchez por la falta de pluralismo y por una vocería con problemas de representatividad; y además por "violar" la libertad de cátedra en el caso Costadoat hace dos años.
Ante esto, la académica e historiadora de la universidad Sol Serrano respondió también en una carta a
El Mercurio, asegurando que los firmantes de la publicación incurrieron en una "falta grave" en la acusación contra el rector.
"La evidencia que los autores entregan se refiere al caso de un profesor de la Facultad de Teología al cual la jerarquía eclesiástica no le renovó la autorización para enseñar y que permaneció como investigador. Las facultades de teología católica se rigen por una reglamentación especial de acuerdo a la cual la enseñanza en materias religiosas requiere aprobación canónica", resaltó Serrano en una carta al director publicada hoy.
La historiadora añadió que las facultades de teología mantienen cierta "autonomía" de sus propias universidades, ya que son las encargadas de defenderla ante "zarpazos del poder civil".
"La afirmación en que se basa la grave acusación al rector Sánchez es falsa. Las universidades generar conocimiento en base a la búsqueda honesta de evidencia", sostuvo Serrano y finalizó: "Y el debate en la esfera pública busca el diálogo razonado para construir la ética cívica. Couso y Fuentes, para mi sincera sorpresa, han faltado a dos valores fundamentales de la universidad y de la democracia".