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Felipe Berríos y narcocultura en Antofagasta: "No pasa mucho tiempo sin que escuchemos disparos"

A días de la balacera registrada en La Legua, el sacerdote jesuita, que lleva tres años viviendo en el campamento La Chimba, afirmó que el microtráfico y sus problemas asociados existen en todas las poblaciones del país, no sólo en Santiago.

16 de Octubre de 2017 | 10:50 | Por Francisca Domínguez, Emol
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Héctor Flores, El Mercurio
SANTIAGO.- La narcocultura que controla la población La Legua Emergencia quedó manifestada la semana pasada luego de una intensa balacera registrada en ese sector de la comuna de San Joaquín.

Las reacciones ante los hechos, provocados por el enfrentamiento entre dos bandas microtraficantes, han sido múltiples y el Gobierno ya anunció un plan con diversas medidas para enfrentar esta realidad.

Desde la población Luz Divina VI, en el campamento La Chimba de Antofagasta, el sacerdote jesuita Felipe Berríos aseguró que éste no es un hecho exclusivo de la Región Metropolitana.

"La pasta base es una cuestión que está presente en todas las poblaciones, más menos disimulado, más menos organizado, pero se da en todas", afirmó.

En su caso particular, comentó que "no pasa mucho tiempo sin que nosotros aquí en las noches escuchemos disparos".

"En todos los sectores poblacionales o marginales existe la venta de pasta base y es verdad que es una cosa que no se habla de ello, me alegra que Pablo Walker lo haya puesto en el tapete, me parece un tema muy importante y que se habla muy poco", manifestó, refiriéndose al capellán del Hogar de Cristo.

En La Chimba, Berríos aclara que la situación en general no llega a los niveles que se presenciaron la semana pasada en La Legua, pero indicó que "hay ciertos sectores y hay ciertas horas en que uno tiene que cuidarse más".

Esto, ya que el campamento también hay zonas controladas por clanes narcos que muchas veces se ven envueltas en balaceras, tanto por conflicto de poder como por ajuste de cuentas.


Para el sacerdote, la solución a este problema es complejo, ya que "se unen muchas cosas". "Se une una sociedad que te dice que tú mientras más consumas y aparentes vales más, sueldos bajos, baja cultura y también una cultura que te hace adicto".

"Los niños son adictos al azúcar, la gente se hace adicta a hacer deporte, a ir a comprar, es una cultura que te está promoviendo la adicción de manera compulsiva todo el tiempo. Ahí la droga tiene ya pavimentado el camino", sentenció.
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