SANTIAGO.- Este año Eduardo Cortés fue el ganador del premio de Elige Educar al mejor profesor de Chile, en su segunda versión nacional. Este reconocimiento se enmarca en el Global Teacher Prize, concurso más conocido como el "Nobel de la Educación" y que busca destacar a quienes se encuentran innovando y marcando la diferencia en las aulas y profesionales del futuro.
Quien hoy se desempeña como profesor de Tecnología en la Escuela Industrial Ernesto Bertelsen Temple de Quillota (Valparaíso), no siempre quiso ser docente. Cuando egresó del mismo colegio donde trabaja quería ser periodista, pero no obtuvo el puntaje esperado e ingresó a Pedagogía en la Universidad de Playa Ancha para cambiarse de carrera de forma interna.
Sin embargo, su verdadera vocación la encontró mientras realizaba su primera práctica.
"En mi primera práctica de pedagogía, en un colegio en el Cerro Alegre de Valparaíso, un niño de la nada corrió a abrazarme. En ese momento sentí un cariño muy grande por esta carrera, y no la solté más. Hay muchos niños que buscan afecto, y cuando este me abrazó, quise sentir ese cariño a diario", recuerda sobre el momento en que decidió que quería ser profesor.
Personal de aseo y lavador de autos
El primer recuerdo que se le vino a la mente a Eduardo Cortés cuando lo anunciaron como el mejor profesor de Chile, lo llevó de vuelta al estacionamiento de la Universidad de Playa Ancha. En ese momento, estaba empezando la carrera de Pedagogía, y para generar recursos, trabajaba lavando los autos de los profesores de la Facultad de Arte.
"En el momento en que gané, me acordé cuando un día estaba llorando y lavando autos; tenía muchas deudas, y estaba muy mal. Y el pañolero, Franklin, se me acercó y me dijo; 'tranquilo, va llegar un momento dado en que tu vida va a cambiar'", dice Cortés a Emol.
El propio profesor asegura que nada lo hubiera conseguido sin el apoyo de su madre. En ese tiempo su mamá trabajaba en la Municipalidad de Limache y ganaba 70 mil pesos mensuales. "Ella trabajó en hartas cosas para poder parar la olla. Yo también en ese momento trabajaba en el personal de aseo del Metro de Valparaíso. Mi mamá es todo para mi, me crió con empuje y un amor impresionante, pasó hambre para que no me faltara nada ni a mí ni a mi hermana".
Cortés también cuenta que ella siempre le inculcó "la idea de que si uno tiene que hacer algo lo tiene que hacer bien, y luchar por lo que uno quiere".
Método de enseñanza
Su historia personal ha sido un motor en la forma de enseñar a sus alumnos a alcanzar sus metas. "Fueron tantas pellejerías para poder llegar a ser profesional, pero con la convicción de que sí se podía, que era posible y eso le trato de transmitir a mis alumnos con historias de otros chicos que salieron del colegio y que salieron adelante. Este mismo colegio me entregó las herramientas que yo ahora quiero devolver a los chiquillos", cuenta.
Según señalan desde Elige Educar, el profesor de Tecnología de 36 años destacó también en el certamen por su metodología de enseñanza que impulsa a que sus estudiantes encuentren ellos mismos las soluciones a los problemas de su entorno. Uno de sus proyectos comunitarios más conocidos es "Misión Aconcagua", donde sus alumnos crearon una instalación eléctrica para una población de bajos recursos.
Asimismo, los inventos nacidos en su sala de clases han sido reconocidos en concursos, como por ejemplo, la creación de una herramienta que incentiva la reutilización del vidrio o la "lavacleta", que lava y centrifuga ropa a través de la conexión de esta bicicleta estática con la lavadora.
Representante de Chile
Además del reconocimiento, el concurso de Elige Educar le entrega a Cortés 10.000 dólares, una ludoteca para su escuela, una colección de libros pedagógicos y material didáctico para sus alumnos.
En tanto, los cinco finalistas al premio, entre los más de 24 mil concursantes a nivel nacional, serán postulados al Global Teacher Prize y tendrán la posibilidad de ganar un millón de dólares.