Se trata de una movida que ha reabierto el debate en torno a cómo lidiar con los
altos niveles de abstención en los comicios recientes, que han superado incluso el
90% del padrón electoral.
La última encuesta CEP indicó que quienes probablemente participarán de las elecciones del 19 de noviembre estarán entre un 42 y un 47% de los votantes habilitados, lo que podría significar una abstención que ronde entre el 53 y el 58%.
El fantasma de la abstención apareció hace cinco años, cuando el 31 de enero de 2012 comenzó a regir una ley que inscribió automáticamente en el registro electoral a todos los chilenos mayores de 18 años que cumplieran con los requisitos para sufragar, y transformó el voto obligatorio en uno voluntario.
El cambio significó un rápido descenso en los niveles de participación electoral, con abstenciones que ascendieron a 56% en las municipales de 2012, 77% en las primarias de 2013, 51% en la primera vuelta presidencial, 58% en la segunda, 94% en las primarias municipales de 2016 y 66% en las municipales posteriores.
La alternativa de los incentivos
El proyecto de ley original consideraba algunos incentivos, como el derecho a media jornada libre en los tres meses posteriores a ejercer el voto, pero finalmente fue despachado y promulgado sin ellos. También se discutieron ideas como que votar fuera requisito para postular a beneficios sociales.
Ricardo Leiva, académico de la Universidad de Los Andes, propone incorporar las tres ideas del Nobel de Economía, Richard Thaler: una campaña informativa sobre los beneficios concretos o pérdidas reales que se juegan en una elección, facilitar el proceso electoral mediante el voto electrónico o la disminución de los tiempos de espera y continuar haciendo estudios de opinión los días previos a los comicios.
94% De abstención alcanzaron las primarias municipales
Actualmente, la ley permite difundir sus resultados sólo hasta los 15 días previos a la elección.
"Antes de seguir dando palos de ciego en este y otros asuntos públicos siguiendo la intuición y la heurística, bueno sería conocer lo que ya han medido y comprobado los científicos sociales que se ubican en la frontera del conocimiento", propone el académico a través de una carta enviada a El Mercurio.
Facilitar el voto
Para la directora ejecutiva de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, es necesario analizar un cambio al voto voluntario en el contexto de los demás cambios al régimen electoral, como el nuevo sistema electoral proporcional, los cambios al financiamiento en la política y los nuevos requisitos para propaganda y campañas electorales.
Por lo tanto, cree que debe evaluarse después de estos comicios, en los que de igual manera vaticina una baja participación debido a una campaña, a su juicio, "invisible". "(En ella) no se está jugando algo que movilice o entusiasme de verdad al electorado", asegura a Emol.
Aunque considera que la incorporación del voto electrónico sumaría mayor tecnología a los comicios, De la Fuente cree que, por sí solo, no podría mitigar la baja participación.
"Discutir ahora de esto es no poner el acento en el lugar correcto. Es parte de la conversación sobre el sistema político, una vez pasadas las elecciones"
Gloria de la Fuente
Una de las opciones que propone es la que se utiliza en EE.UU., que es el voto adelantado, que permite sufragar con anticipación a quienes se les hace imposible votar el día de la elección.
Otras alternativas que menciona son declarar feriado el día de las elecciones, para que quienes trabajan en fábricas o centros comerciales puedan votar, facilitar transporte gratuito y analizar los locales de votación respecto al lugar donde los electores realmente residen.
Sobre la idea de que el voto sea requisito para postular a beneficios, la analista la rechaza. "Se produciría un tipo de discriminación de principio por el perfil de las personas que optan a subsidios", explica, aunque está abierta a que el voto sí funcione como una garantía para "facilitar algunos trámites" públicos.
"Pero para esta elección ya no se puede hacer nada", añade De la Fuente, por un tema de plazos. "Me parece que discutir ahora de eso es no poner el acento en el lugar correcto. Más bien es parte de la conversación sobre el sistema político, una vez pasadas las elecciones", afirma.
Un camino de largo aliento
El cientista político y académico de la U. Diego Portales, Claudio Fuentes, considera que reencantar a la población con la idea de participar de las elecciones es una tarea larga.
"Se requiere primero cambiar la forma de concebir la participación ciudadana en la democracia. Es una cosa de más largo plazo, donde tú involucras a la gente en los procesos de toma de decisión locales", relata a Emol.
"Hay que cambiar la forma en que las políticas públicas están concebidas y cómo los partidos se aproximan a la sociedad"
Claudio Fuentes
Para ello, más que instaurar incentivos, propone fortalecer la educación cívica y la representación descriptiva, relacionada con una alta valoración de la democracia de identidad y los mecanismos de representación ciudadana.
"Ni la amenaza ni el incentivo van a ser efectivos, al final hay que cambiar la forma en que las políticas públicas están concebidas y cómo los partidos se aproximan a la sociedad. Es un problema más orientado a la oferta que a la demanda", concluye.