ROMA.- Conflicto mapuche y la inmigración serán probablemente los temas que dominen la agenda del Papa Francisco en su paso por Chile el próximo año. Sin embargo, hay un tópico que no sería abordado por la comitiva de la Santa Sede: la demanda marítima de Bolivia.
Así lo comentó este martes el embajador chileno en el Vaticano, Mariano Fernández, en una conferencia de prensa. "El Gobierno de Chile pide a toda persona que se abstenga de opinar hasta que se pronuncie el tribunal de La Haya", fallo que será entregado a fines de 2018.
"Eso lo pedimos no sólo al Papa sino a toda persona, a los amigos, a la opinión pública, que no se pronuncien hasta el fallo, que cumpliremos rigurosamente, sea cual sea", sostuvo el ex ministro de Relaciones Exteriores, quien además estuvo a cargo por diez años del diálogo con la nación altiplánica.
En ese sentido, el diplomático señaló que "la Santa Sede comprende perfectamente eso y no se ha pronunciado sobre ese tema desde la intervención del Papa en Bolivia".
Durante su viaje a ese país en 2015, Francisco manifestó que "el diálogo es indispensable" entre estas naciones vecinas y abogó por soluciones "compartidas, razonables, equitativas y duraderas".
Por su parte, el sacerdote jesuita Fernando Montes, expresó que "yo no quisiera que la visita se centre en el problema con Bolivia. Eso me da temor, porque si se pronuncia queda inhabilitado para ser mediador".
El ex superior de la Compañía de Jesús en Chile, quien en el pasado fue compañero de estudios de Jorge Bergoglio en Argentina, aseguró que "queremos que la visita se centre sobre otros temas, como la justicia, la falta de confianza dentro de la sociedad, los problemas internos de la Iglesia".