SANTIAGO.- "No tengo miedo a dialogar y conversar. No dejemos que las palabras enreden nuestra voluntad. Es posible avanzar. Les pido a todos un gesto de generosidad. No podemos asumir una derrota histórica por falta de convicción. Un solo voto puede marcar la diferencia (…) Tengan fe en que también vamos a realizar cambios profundos".
Fueron las palabras emitidas este lunes por el candidato presidencial Alejandro Guillier, que aunque no tenían un destinatario explícito, iban enfocadas a ese 20% de votantes que el pasado 19 de noviembre decidió marcar en la papeleta la opción 5 y darle su apoyo al Frente Amplio.
En la ocasión, el abanderado de La Fuerza de la Mayoría anunciaba las nuevas medidas que incorporaría a su programa de gobierno, de cara a la segunda vuelta.
La principal de ellas: la condonación de la deuda del Crédito con Aval del Estado (CAE) para el 40% más pobre y la rebaja a 0% del interés del préstamo. "Vamos a poner fin al CAE", dijo ese día.
Se trataba de uno de los tópicos puestos sobre la mesa por el nuevo bloque, que ha abogado por terminar por completo con el CAE y condonarlo a todos los deudores.
Otro de sus anuncios fue que no eliminará el actual sistema de pensiones, otro de los temas planteados por el Frente Amplio. Tampoco especificó su postura sobre una Asamblea Constituyente, impulsada también por el bloque.
La dinámica, de hacer acercamientos y posteriormente alejarse, ha sido una de las características de la conducta del candidato, quien dijo incluso que le gustaría contar con Beatriz Sánchez en su equipo de gobierno.
Esta tarde, el naciente bloque emitirá su decisión, a nivel de conglomerado, con respecto a su postura en segunda vuelta. Aunque la mayor parte de sus integrantes se ha inclinado por dejar a sus electores en libertad de acción, una parte del bloque se ha mostrado abierta a establecer un diálogo con condiciones.
Cálido y frío
"Quiero un gabinete que exprese la diversidad de Chile, pero mirando al siglo XXI y reconociendo los méritos de los que estuvieron en el siglo XX. Y la Beatriz, de todas maneras, pero no puedo decirlo porque van a decir que le estoy haciendo la pata", dijo el candidato en Canal 13.
En el mismo espacio, le recordó al conglomerado que "el programa que ganó fue el nuestro", a pesar de mostrarse dispuesto, en ese entonces, a terminar con las AFP "a largo plazo", idea que desechó con posterioridad.
En otra oportunidad, de visita en el matinal de Mega, Mucho Gusto, había afirmado que el Frente Amplio "es una renovación de la política chilena y tiene que madurar antes de involucrarse en política de alianzas con coaliciones ya antiguas".
Cambios en el equipo
La semana pasada, tras el primer enfrentamiento en las urnas, el candidato actualizó su comando, sacando al ex ministro Sergio Bitar de la primera línea, señalado por el propio bloque como uno de los ideólogos del CAE.
También se sumó al equipo el abogado constitucionalista Fernando Atria, figura muy respetada por el Frente Amplio e impulsor de la AC, además de Roxana Pey, ex rectora de la U. de Aysén, respaldada por los principales dirigentes de la coalición cuando fue removida de su cargo.
Dichas incorporaciones fueron vistas como "guiños" al Frente Amplio, que buscaban atraer a los electores frenteamplistas, aunque también sumó al equipo al alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, a pesar de haberse enfrentado con anterioridad al bloque por calificarlos de "mafia brutal".
La polémica de no "desoír la historia"
Pero el intercambio más tenso, quizás, fue el ocurrido este lunes, cuando el candidato dijo que al Frente Amplio le faltaba "madurar mucho" e hizo un llamado "a no desperdiciar ni desoír la historia".
"Ha costado mucho llegar a donde estamos. Ha sido mucho esfuerzo lo que estamos logrando y sólo recuperar la gratuidad en la educación va a cambiar Chile, sólo eso. Pero todo lo otro que está pasando, ellos son resultados de eso también, son uno de los mejores productos. No desprecien a su país ni el esfuerzo de sus padres", fue el mensaje emitido por el senador.
Sus palabras causaron la molestia del Frente Amplio, quienes consideraron que se trató de un tono paternalista y pidieron "inteligencia en el debate" y que se les trate "como corresponde, con respeto".
Tras las reacciones, el candidato volvió a referirse al tema, pidiendo al bloque que "pensemos en el país y no en quién es más gracioso al salir en un medio de comunicación".
