SANTIAGO.- "Los votos no son nuestros ni nunca lo han sido. Efectivamente para nosotros Piñera es un retroceso, pero Guillier tiene planteamientos que son ambiguos".
Con esta palabras, la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, comunicaba la decisión del bloque de cara a la segunda vuelta, tras dos semanas de incertidumbre.
Los gestos del candidato de La Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, hacia el conglomerado, como la inclusión de Fernando Atria en su equipo o el anuncio de la condonación de la deuda del CAE para el 40% más pobre de la población, no fueron suficientes. Aunque el bloque llamó a votar, no lo hizo directamente por el senador.
La decisión, inédita en la historia política chilena, llega a reforzar la incertidumbre que ronda el balotaje que tendrá lugar el 17 de diciembre, calificada por algunos expertos como “la más incierta desde el regreso a la democracia”.
El bloque, además, recibió críticas por no jugársela por uno de los dos candidatos. "Con todo respeto, no son ni chicha ni limonada", fue uno de los mensajes que recibió el diputado RD Giorgio Jackson en su cuenta de Twitter tras el anuncio.
La oposición, en tanto, consideró que el resultado fue un "rotundo fracaso político" de la campaña de Guillier, excluyendo de su análisis la posición en la que queda ahora el Frente Amplio.
Para el director del Programa Electoral de la U. Central, Kenneth Bunker, la resolución "está en línea con su estrategia de largo plazo".
"Es bastante sorpresiva la decisión final, pero si es que ellos quieren montar una coalición que tenga opciones reales de acceder al poder, no pueden tener una mancha en su hoja de vida, como apoyar un candidato con el que no están de acuerdo", afirma Bunker.
"Mucha gente piensa que ellos tienen el paso de Guillier al gobierno en sus manos, pero ellos están jugando por su equipo. ¿Qué otra cosa podían hacer? ¿Apoyar a Guillier? Si no les gusta Guillier, porque no es una alternativa para ellos, y creo que el tiempo les dará la razón. La gente no está acostumbrada a una tercera coalición, y cuando hay algo distinto pasando, descoloca", agrega.
Según Fernando García Nadaff, académico de la U. Diego Portales, aunque el más perjudicado es el propio Guillier, porque necesita de esos votos, su situación "tampoco es tan mala".
"Lo que hicieron fue decir. 'Dejamos en libertad de acción, pero Piñera es más malo', o sea que en el fondo están diciendo: 'Igual preferimos que salga Guillier'. Logra, en ese sentido, un perfilamiento, que es mejor que si llegara a negociar y ocupar cargos, lo que sería un gran costo político", afirma.
"El FA no lo está haciendo mal y para Guillier no es tan malo porque no le ponen un muro de fuego. Es una frontera media difusa, donde todavía puede entrar", añade.
Para Javiera Arce, cientista política y académica de la U. de Valparaíso, el FA solamente se vio perjudicado con la decisión frente "a los ojos de la vieja política".
"Ellos han sido super leales y responsables de que dicen. Beatriz Sánchez les dijo que le hablaran a los electores. Jackson y Boric dijeron toda la semana que la pelota la tenían ellos, y ellos no han estado a la altura", explica.
"Lo que pasa es que hay una fractura del electorado de La Fuerza de la Mayoría que no se sintió identificado con ese proyecto, y eso no es algo de lo que el FA se tenga que hacer cargo. Ponerlos en esa lógica, como hemos visto en algunos dirigentes políticos, me parece que es una hipérbole, una exageración absoluta y una falta de capacidad para comprender el proceso político", continúa.
Sin embargo, coincide en que el escenario pudo haber sido peor para Guillier. "Pudieron haber dicho que representaba el conservadurismo, o que era lo mismo que Piñera, pero no fue lo que hicieron. Detrás de su decisión hay una argumentación teórica, política y estratégica", finaliza.