El material debe ser destruido a costa del colegio y en presencia de un notario público.
El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- El anuario de cuarto medio se convirtió en un recuerdo imborrable para una de las alumnas que el año pasado egresó del Colegio Antilhue de La Florida, pero no por ser un lindo recuerdo de su generación, sino por una imagen que arruinó su fiesta de gala. En éste aparecía todo el curso retratado en una caricatura, con uniforme, y sólo ella en ropa interior. Además, había varios epítetos denigrantes en su contra.
El texto fue distribuido en diciembre de 2016, en la fiesta de gala del único cuarto medio del establecimiento. "Hay un video de la gala donde la productora filma el rostro descompuesto de mi hija al ver la caricatura y los insultos. Eso fue muy sádico", relata Gloria Zavala, la madre de Monserrat (18), a "La Segunda".
"El texto tenía una cantidad de insultos y groserías contra mi hija que temimos que pudiera hacer alguna tontera por el bullying recibido, por lo que la comenzamos a vigilar las 24 horas"
Gloria Zavala, madre de la alumna
Agrega que "el texto tenía una cantidad de insultos y groserías contra mi hija que temimos que pudiera hacer alguna tontera por el bullying recibido, por lo que la comenzamos a vigilar las 24 horas del día".
Al lunes siguiente, la apoderada fue al colegio a pedirle a la directora que solicitara la devolución del obsequio, pero el colegio no accedió. La familia presentó un recurso de protección en la Corte de Apelaciones en contra de la directora, el profesor jefe, la directiva del curso y el comité encargado de la gala.
"Interpusimos el recurso, porque consideramos que se vulneró el derecho a la honra y la dignidad de Monserrat, no sólo por la sexualización que se hizo de ella y los epítetos de los que fue víctima, sino también porque este material físico y digital fue distribuido a todo el curso", explica al mismo medio Francisco Ugaz, abogado del estudio jurídico de Nelson Caucoto.
Caricatura vulnera garantías al ser "degradante y deshonrosa"
Esta semana la Corte Suprema ordenó al colegio enviar una comunicación a todos los apoderados y ex apoderados que tengan la revista en su poder, para que la devuelvan dentro de un plazo de diez días, "a fin de proceder a su íntegra destrucción, lo que se haría a costa del establecimiento y en presencia de un notario público".
El fallo agrega que la caricatura y los insultos "resultan una vulneración a las garantías" constitucionales, al ser "degradantes y deshonrosas".
Tras conocer el fallo, la abogada del colegio señaló a "La Segunda" que el establecimiento "dispuso medidas tendientes a recuperar el anuario y la caricatura, pero los padres se negaron a devolverlos". Agregó que "el colegio cumplirá el fallo y dispuso envío de correos a todos los apoderados advirtiéndoles la situación".
