Mario Quilodrán, El Mercurio
SANTIAGO.- La segunda vuelta presidencial generó una nueva polémica. Esto, por la iniciativa de izar de manera conjunta las banderas de Chile y mapuche en los actos de connotación nacional, anunciada el martes por el candidato presidencial Alejandro Guillier en una visita a Quepe, en La Araucanía.
Ha habido rechazo por parte de asociaciones gremiales de la zona, de la parlamentaria electa Carmen Gloria Aravena (Evópoli) y del vocero del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán.
En 1991, dirigentes indígenas de Chile y Argentina, reunidos en el cerro Ñielol de Temuco, anunciaron la creación de una bandera para el pueblo mapuche. Un año después, en víspera de la conmemoración de los 500 años del Descubrimiento de América, el werkén del Consejo de Todas las Tierras, Domingo Colicoi, presentó oficialmente el emblema que fusionó las identidades pehuenches, nagches, lafquenches, huenteches y huilliches.
Aucán Huilcamán, actual vocero del Consejo, planteó su rechazo al uso de este símbolo indígena en ceremonias de organismos públicos y reiteró ayer que "esta bandera tiene por objeto acompañar un proceso de libre determinación mapuche" y "la restitución de las tierras usurpadas".
Respecto de la decisión de la Contraloría General de la República que autorizó su uso en el país, Huilcamán dijo que el ente fiscalizador "no tiene ningún derecho sobre la bandera y su decisión afecta el derecho de autodeterminación mapuche".
La controversia en la edición de "
El Mercurio".