SANTIAGO.- Un estudiante mapuche acepta orgulloso la invitación al desayuno en La Moneda. En menos de diez años, un ingeniero vuelve a ser puntaje nacional por su sueño de ser profesor. Uno de los liceos más emblemáticos del país vuelve a celebrar gracias a sus estudiantes. Un joven de Arica en silla de ruedas le dobla la mano al destino y logra 850 puntos.
Son algunas de las historias que dejaron los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Algunos relatos de esfuerzo y sacrificio en medio de una prueba que alcanzó el registro histórico de inscritos, que realizó una serie de modificaciones a favor de la inclusión y que aún mantiene algunas brechas desiguales que los responsables de la prueba esperan corregir.
Revisa aquí los hitos más importantes de la PSU 2017.
Mapuche y orgulloso
Entre los puntajes nacionales que fueron invitados al desayuno en La Moneda con la presidenta Michelle Bachelet estaba Rail Neira, estudiante mapuche que logró el máximo de puntos en Lenguaje.
Neira, que llegó acompañado de su madre Gloria Marivil, profesora de historia, cuando le tocó presentarse ante la Mandataria dijo: "soy mapuche, estoy feliz de estar aquí con ustedes y orgulloso de lo que mis padres me enseñaron".
Un liceo municipal en el top ten
Entre los 100 establecimientos con mejores promedios en la PSU, la mayoría son particulares pagados, y solo cuatro son municipales y dos subvencionados.
Sin embargo, en el top ten, un colegio municipal logró instalarse en un ranking dominado por los particulares pagados. El Liceo Augusto Dhalmar, de la comuna de Nuñoa tuvo 62 alumnos que rindieron la prueba, y gracias a su desempeño se ubicaron en el octavo lugar con un promedio de 682,9 puntos.
El establecimiento escaló desde el puesto 33 que obtuvo el año anterior y su director, Jaime Andrade, cuenta que esto se ha logrado "con una modalidad educativa enfocada en una cultura de trabajo y lealtad. Con un aprendizaje de anticipación, desarrollo, ejercitazión de metas valóricas".
"Hay que ponerle empeño"
Hace quince años atrás, una bala loca dejó a Juan Andrés Flores, de dos años, paralitico. "Al principio no tenía movilidad, no afirmaba la cabeza, brazos ni tronco, pero me fui fortaleciendo", contaba Flores.
Pero ayer, su historia no tuvo ninguna relación con tragedias. Ahora es puntaje nacional de Matemáticas y quiere entrar al plan común de Ingeniería en la U. de Chile. El estudiante también fue parte de los jóvenes con discapacidad que recibieron ajustes para realizar la prueba. "Hay que ponerle empeño", dijo al saber su resultado.
Puntaje nacional por segunda vez
Por primera vez desde que se realiza la PSU un puntaje nacional vuelve a asistir al desayuno a La Moneda. Porque Franco Hontavilla, de 25 años, se repitió el plato y logró el máximo en Matemáticas este año, de la misma forma que lo consiguió en 2009.
Hasta la propia Bachelet -que lo recibió en la sede de gobierno en la primera oportunidad- se sorprendió de verlo. Y después, Hontavilla contará que la insólita hazaña la logró mientras preparaba su tesis para ser ingeniero civil, y que lo hizo para estudiar donde, dice, está su verdadera vocación: pedagogía en matemáticas.
El renacer del Instituto Nacional
El Instituto Nacional General José Miguel Carrera encabezó el listado de puntajes nacionales gracias a que 15 de sus estudiantes lograron los 850 puntos en las distintas pruebas. Además, el emblemático liceo volvió al ranking de los cien mejores colegios al ocupar el puesto 90.
De esta manera, el establecimiento del centro de Santiago cierra de manera positiva un año complejo a raíz de la pérdida de excelencia académica, las tomas y paros protagonizadas por estudiantes y la conflictiva relación con los funcionarios.
"Estos resultados del Instituto Nacional significan que estamos viendo una luz al final del túnel. El principal liceo público de Chile vuelva a ser el foco de luz de la nación y esto es mérito de sus propios alumnos y de sus padres", indico el acalde la comuna, Felipe Alessandri.
Puntaje nacional en el hospital
Carlos Cabrera fue uno de los dos puntajes nacionales que presenta alguna situación de discapacidad. Desde el año pasado que a Cabrera, de la región de Valparaíso, se le diagnosticó en su pie derecho el Síndrome del dolor regional complejo.
Después de ver a muchos especialistas, lo único que le calmaba el dolor era colocar el pie en un balde de agua fría con hielo, hasta que un día se le formaron heridas que derivaron a una infección. Todo pasó a semanas de rendir la PSU.
Debido a este problema, la familia hizo las gestiones para que realizara la prueba en el Hospital Naval, algo que finalmente sucedió.
Tras ser uno de los máximos puntajes, Cabrera dice que "es un tremendo incentivo después de todo lo que he pasado. Por otro lado, es un caso que quiero dar a conocer porque son protocolos que el Demre debería implementar y no tiene, al final si todo resultó fue gracias a la gran voluntad de algunos", cuenta el estudiante, que ahora, motivado por su caso, quiere estudiar medicina.