SANTIAGO.- Cruces, rezos y hombres en túnica es probablemente lo primero que se viene a la mente cuando se piensa en el Vaticano. Y sí, es la cuna de la mayor religión en el mundo, el Cristianismo, sin embargo, esta "ciudad" es un país en sí mismo que no se administra por medio de oraciones y misas. No completamente, por lo menos.
En el Vaticano no existe un gabinete ni un Presidente. No con esos nombres. Está el Sumo Pontífice, elegido por los cardenales en un Cónclave, quien deberá no sólo dirigir a la Iglesia Católica, sino también el Estado.
No es una tarea fácil. El Vaticano es más que la Basílica de San Pedro y la Capilla Sixtina. Debe preocuparse de la economía, la sociedad y la política tanto como cualquier otro país del mundo. Y como cualquier otro Presidente del mundo, el Papa debe escoger a los hombres que le ayudarán a hacerlo.
Así, los órganos que componen el Gobierno del Vaticano se integran en lo que se llama la Curia Romana que, dirigida por el Pontífice, cumple las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales.
Parolin, el reformista
La Secretaría de Estado es el organismo más cercano al Papa y está presidido por un cardenal, que se encarga de la política y la diplomacia de la Santa Sede. El 15 de octubre de 2013, Francisco eligió a Pietro Parolin para liderarlo, cargo que ocupa hasta la actualidad.
Tras ordenarse como sacerdote en 1980, el italiano (62) que ahora es la mano derecha de Jorge Bergoglio, estudió Derecho Canónico y Diplomacia y habla italiano, inglés, francés y español, este último producto de su trabajo en México y Venezuela (como Nuncio desde 2009).
Sus conocimientos de política lo llevaron a ser nombrado por Juan Pablo II como subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados, donde se encargó de mejorar la relación entre el Vaticano y distintos países como China, Vietnam, México e Israel. En Venezuela, le tocó manejar las tensas relaciones de la Iglesia con el entonces Presidente, Hugo Chávez.
Pell, el acusado
La Secretaría para la Economía es la autoridad financiera del Vaticano, creada por el Papa Francisco en 2014 para que ordenara las cuentas de la Santa Sede y, de paso, indagara en las distintas secciones de la Curia, acusada muchas veces de corrupta.
No obstante, fue dentro de la misma Secretaría donde surgió un escándalo. El cardenal George Pell, ex arzobispo de Sydney y titular de la cartera, fue acusado "por múltiples denunciantes" en junio de este año de abuso sexual contra menores de edad en el pasado, materia que él ha negado en variadas ocasiones.
Producto de esto, Pell decidió apartarse de sus funciones en el Vaticano para concentrarse en la batalla legal que deberá enfrentar en los próximos meses.
A pesar de lo anterior, la Secretaría para la Economía no queda sola. En 2014 Bergoglio también nombró un secretario general del dicasterio, Alfred Xuareb, quien en los últimos años ha tenido una especial cercanía tanto con Benedicto como con Francisco: fue segundo secretario personal de Ratzinger y secretario personal del actual Pontífice, hasta que fue ascendido a la sección económica.
Viganó, el caballero
La Secretaría para la Comunicación es otro de los dicasterios creados por el Papa Francisco en 2016, para unificar y reestructurar el mensaje y la forma de las comunicaciones del Vaticano, adaptándola también a las nuevas tecnologías.
Dario Viganò fue el designado por el Pontífice para hacerse cargo de este órgano, que integra diversos servicios y herramientas de la Santa Sede, como el Consejo para las Comunicaciones Sociales, la Oficina de Prensa, la Radio Vaticana, el Centro Televisivo Vaticano, el medio L'Osservatore Romano, la Librería Editora Vaticana y la Oficina de Internet de la ciudad, entre otros.
Viganò (55) nació en Río de Janeiro y estudió filosofía y teología en la Universidad de Milán. Posteriormente, prosiguió sus estudios en el área de las comunicaciones, donde se especializó en el cine.
Fue profesor e investigador en variadas universidades e institutos, donde enseñó sobre cine, tecnología audiovisual, medios, ética, entre otras cosas. En 2013 fue nombrado director del Centro Televisivo Vaticano y previo a eso, fue editor en jefe de la Revista del Cinematógrafo. Además, es comandante de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, una orden de caballería católica.
Pedacchio, el confidente
El Secretario Personal del Papa es un sacerdote que lo ayuda en sus labores como máximo representante de la Iglesia Católica, organizando sus encuentros y apoyándolo en sus funciones diarias.
Hasta 2014, el cargo era ocupado por Alfred Xuareb. Sin embargo, cuando éste fue designado como secretario general de la Secretaría para la Economía, el segundo secretario personal de Francisco, Fabián Pedacchio, pasó a ser su mano derecha.
Pedacchio (53) no era un desconocido para Bergoglio. Ambos se conocieron cuando el actual Papa se desempeñaba como cardenal de Buenos Aires. Pedacchio era especialista en Derecho Canónico y trabajaba en el Tribunal Eclesiástico cuando Francisco lo convenció de trasladarse a la diócesis de Roma, donde pasó a conformar la Congregación para los Obispos.