Mario Gómez estuvo hospitalizado en agosto pasado.
Israel Chávez/El Diario de Atacama/Archivo
SANTIAGO.- En septiembre pasado le notificaron que será oxígeno dependiente por la silicosis que padece. Es el minero de los 33 de Atacama Mario Gómez, quien tras el diagnóstico fue visitado por una asistente social del municipio.
Cuando le informaron de este enfermedad crónica del aparato respiratorio, producida por haber aspirado polvo de sílice en gran cantidad, le entregaron las máquinas gracias a la cobertura del Seguro contra Accidentes Laborales y Enfermedades Profesionales del Instituto de Seguridad Laboral. Mientras que otra fue regalada por un particular.
Sin embargo, ambas no le permitían salir de la casa, debido a la poca autonomía que tenían. Es por esto que se le donó un nuevo tanque de oxígeno con autonomía de cuatro a seis horas.
"Agradezco a la municipalidad, ellos me lo ofrecieron y de verdad la necesito", dijo el minero a El Diario de Atacama acerca de la entrega del equipo que tiene un costo de $3,1 millones, presupuesto aprobado por el concejo municipal.
Mario Gómez es el mayor de los 33 mineros que quedaron atrapados bajo tierra en agosto de 2010, y que junto a la totalidad de sus compañeros fue rescatado con vida en octubre del mismo año.
Tras el rescate, muchos recorrieron algunos países y se volvieron celebridades mundiales, pero el accidente poco a poco comenzó a evidenciar sus efectos en la salud de los trabajadores.