La Presidenta se reunió con el cardenal arzobispo emérito de La Habana, Jaime Ortega Alamino, esta mañana.
Presidencia
LA HABANA.- Por una hora se extendió la reunión que sostuvo este lunes la Presidenta Michelle Bachelet con el máximo líder de la Iglesia Católica de Cuba, el cardenal arzobispo emérito de La Habana, Jaime Ortega Alamino, en una cita que ha sido considerada como un gesto de la Mandataria hacia los sectores de oposición en la isla.
Ello, porque Ortega Alamino ha jugado un rol importante a favor de los presos políticos cubanos y en el proceso de apertura que ha experimentado el régimen de los Castro hacia la propia iglesia e incluso con Estados Unidos, en el cual participó personalmente como enviado especial del Papa Francisco en esas negociaciones.
De hecho, según revelaron desde el Gobierno a Emol, uno de los temas abordados entre ambos fue precisamente el estado de las relaciones entre Washington y La Habana, las cuales han sufrido un importante retroceso tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su decisión de retroceder en los avances obtenidos por su antecesor, Barack Obama.
Asimismo, Bachelet aprovechó la oportunidad para contarle detalles de la vista que el Pontífice realizará a Chile la próxima semana, considerando la gran cercanía que existe entre Ortega y Francisco. De hecho, él mismo ha recordado en entrevistas pasadas el impacto que le generó la intervención de Jorge Bergoglio antes del cónclave en el que fue ungido como Papa, la cual calificó como "magistral, esclarecedora, comprometedora y cierta".