SANTIAGO.- La Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño, es el espacio que liderará la Presidenta Michelle Bachelet tras su administración en el actual Gobierno, ocupando el rol que actualmente le pertenece a Graca Machel, viuda de Nelson Mandela.
Bajo el alero de la Organziación Mundial de la Salud, es una alianza estratégica público privada que -en términos generales- levanta el compromiso de desarrollar y mejorar la calidad de la salud de madres, niños y recién nacidos.
"Nuestro objetivo es colaborar con miras a lograr un mundo en el que todas las mujeres, los recién nacidos, los niños y los adolescentes estén sanos y prosperen.", explican desde su sitio web.
El programa mundial se lanzó en septiembre de 2005 con el objetivo de reunir a distintos organismos dedicados a la salud materna, neonatal e infantil. En aquel entonces, congregó a 80 miembros de tres organizaciones diferentes, que incluían la Alianza para la Salud Materna, Neonatal e Infantil, la Alianza para la salud del recién nacido y la Alianza para la supervivencia infantil.
Con sede en Ginebra y administrada desde ese mismo lugar por la OMS, hoy en día, la alianza cuenta con más de 720 organizaciones miembros procedentes de siete esferas: instituciones académicas y de investigación; donantes y fundaciones; profesionales sanitarios; organismos multilaterales; organizaciones no gubernamentales; países asociados; y el sector privado.
El directorio está compuesto por una Junta Directiva de 25 personas integrado por representantes de cada una de las siete circunscripciones de la Alianza. La preside actualmente Graça Mache, en el puesto que aceptó Bachelet, mientras que Robin Gorna es la directora ejecutiva y el doctor Andrés de Francisco, es el director ejecutivo adjunto.
Su trabajo, según indican en su programa, tiene tres prioridades claves: Incrementar el acceso al conocimiento y a las innovaciones para potenciar este tipo de políticas y programas, promover las causas y movilizar recursos en estas áreas y promover una práctica de rendición de cuentas, para asegurar que "se haga un seguimiento a los compromisos adquiridos con la Estrategia Mundial para la Salud de las Mujeres y los Niños".
