"Gracias a Dios, el Chile de hoy es muy diferente. Tiene riquezas que en esa época no tenía", dijo el cardenal comparando la visita de Francisco con la que realizó Juan Pablo II.
Héctor Aravena, El Mercurio
SANTIAGO.- El arzobispo de Santiago, cardenal
Ricardo Ezzati, analizó el escenario que encontrará el
Papa Francisco cuando aterrice en Chile y valoró los avances que el país ha tenido desde la última visita de este tipo, que realizó
Juan Pablo II en abril de 1987.
En conversación con La Tercera, el cardenal señaló que, a su juicio, el ambiente que podrá ver el Pontífice en su paso por el país será de "mucho entusiasmo y se va a seguir sumando. Puede ser lógico que en un determinado momento la preocupación o la atención se haya centrado, por ejemplo, en lo que cuesta la visita del Papa, para toda la infraestructura necesaria, pero
ahora veo la atención de la gente en participar, en asistir, en tener su entrada y en seguirlo".
Pese al entusiasmo del que habla, el arzobispo de Santiago admitió la baja de personas que se sienten representados por la Iglesia Católica: "Las encuestas dicen lo que dicen. Por supuesto que los que se profesan católicos han disminuido en Chile significativamente. Pero lo que ha aumentado en nuestro país es el número de personas que se definen como agnósticas y no creyentes. Y este es un fenómeno mundial".
"Yo no niego que parte de la crisis se debe también a una situación concreta que ha vivido en estos años la Iglesia en Chile, con los casos de abusos. Son problemas no de ahora, sino que han aparecido, tienen 20 o 25 años de historia. Son casos gravísimos (...) Yo pienso que, sin duda alguna, la crisis está presente, como en toda institución humana, pero las crisis son siempre una oportunidad de mejorar", añadió.
Ezzati enfatizó en los aspectos positivos del escenario de esta nueva visita papal: "Estamos viviendo en democracia y la democracia es un regalo muy grande para los pueblos. Cuando vino el Papa Juan Pablo II estábamos viviendo bajo el régimen militar, donde muchas libertades estaban reprimidas (...) Gracias a Dios, el Chile de hoy es muy diferente. Tiene riquezas que en esa época no tenía".