SANTIAGO.- Una extensa jornada de actividades tuvo hoy martes el Papa Francisco en su segundo día de viaje al país, que incluyó la visita oficial a La Moneda, una de las tres misas masivas y el encuentro con las reclusas del Centro Penitenciario de San Joaquín.
Durante el día, hubo frases y momentos que marcaron las actividades del Pontífice, especialmente la solicitud de perdón a las víctimas de abusos sexuales al interior de la Iglesia Católica chilena.
En el discurso ante la Presidenta Michelle Bachelet y el resto de autoridades en la casa de Gobierno, que duró aproximadamente diez minutos, el Papa hizo referencia a estos hechos, que calificó de "vergüenza".
"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", señaló el Pontífice, quien en ese momento recibió aplausos de parte de los asistentes a la ceremonia.
Participación del obispo Barros en dos actividades
El obispo de Osorno Juan Barros asistió a la misa efectuada durante esta mañana en el Parque O'Higgins. Al término de la ceremonia el religioso se refirió a las acusaciones por encubrir los abusos de Fernando Karadima: "Se han dicho muchas mentiras en torno a mi".
Barros además se hizo presente en otro de los eventos papales ya que concurrió al encuentro de los obispos en la Catedral de Santiago.
Su asistencia a ambos actos generaron críticas al Papa, ya que se dieron el mismo día en que pidió perdón por los abusos.
Cerca de las 21:00 horas el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, dio a conocer de un encuentro estrictamente privado en la Nunciatura Apostólica entre Francisco y las víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos.
La identidad de los asistentes a la reunión no se dio a conocer, sin embargo, estuvieron cerca de 30 minutos en el lugar.
Además Burke reveló que también el Sumo Pontífice se reunió con víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos.
La dignidad de las reclusas
Otro de los momentos relevantes del recorrido del Pontífice fue cuando visitó la cárcel, lugar donde además de dar su prédica escuchó el discurso de dos importantes mujeres de este Centro Penitenciario.
Nelly León, capellana de la cárcel de mujeres, agradeció la visita del Papa en el recinto, pero además realizó una crítica a la forma en que son tratados los más pobres del país y señaló que: "Lamentablemente en Chile se encarcela la pobreza".
En el lugar, el Papa les dijo a las internas que "estar privadas de libertad no es sinónimo de pérdida de sueños y de esperanza. Ser privado de libertad, no es lo mismo que estar privado de dignidad. Nadie puede ser privado de la dignidad".
Francisco reconoce la débil situación en la que está la Iglesia en Chile
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, abrió la ceremonia en la Catedral de Santiago y le habló directamente al Pontífice donde le señaló las dificultades por las que está pasando la iglesia en el país: "Querido Santo Padre, la vida en religiosa y consagrada en Chile atraviesa hora de turbulencia y desafíos".
En este sentido, Francisco emitió su discurso respondiendo al planteamiento de Ezzati y reconoció que en Chile la iglesia no vive momentos fáciles: "(La Iglesia) atraviesa horas difíciles, de turbulencia no indiferente".
Al mismo tiempo abordó las razones por las cuales ocurre esta situación y lo atribuyó a los casos de abuso revelados en el último tiempo: "Conozco el dolor que han causado a menores de edad y sigo con atención qué se hace para superarlo, dolor de las familias que se han visto traicionadas".
Degustación de la sopaipilla en el Santuario San Alberto Hurtado
Durante la última actividad del día, el Papa se dirigió al Santuario San Alberto Hurtado, donde se reunió con la congregación jesuita "Compañía de Jesús" que, acorde a su característica austeridad, le pidió bendecir mate, té y sopaipillas.
Al finalizar este encuentro, Francisco compartió con los fieles que lo esperaban afuera, donde probó la típica preparación chilena. "No pedí que no cayera mal al hígado, porque tienen muy buen olor", señaló el Santo Padre.