SANTIAGO.- Fue una verdadera salida de protocolo. Al momento en que iniciaba su salida desde la Nunciatura Apostólica, ubicada en la comuna de Providencia, el Papa Francisco ordenó detener el vehículo que lo transportaba e inesperadamente se bajó de él.
Mirando a los periodistas que estaban a esa hora en la calle Monseñor Sótero Sanz, agradeció por su trabajo y pidió que recen por él.
"Gracias por el servicio de ustedes, porque han pasado horas parados aquí, gracias de corazón", manifestó.
En ese sentido, añadió que "Dios los bendiga que a cada uno de ustedes y sus familias les dé lo que más necesitan".
"Gracias por el servicio de ustedes, porque han pasado horas, gracias de corazón, que dios los bendiga que a cada uno de ustedes y sus familias les de lo que más necesitan y me voy con un buen recuerdo de los periodistas que pasan ahí de pie esperando y esperando. Sigan así, sirviendo al pueblo y recen por mí, que Dios los bendiga a todos"
Papa Francisco
"Me voy con un buen recuerdo de los periodistas que pasan ahí de pie esperando y esperando. Sigan así, sirviendo al pueblo y recen por mí, que dios los bendiga a todos", insistió el Sumo Pontífice.
La escena duró poco más de un minuto y causó el asombro no solo de los profesionales que estaban en el lugar, sino que también de los fieles que llegaron para verlo, en sus últimos momentos en Santiago.
Luego subió a su vehículo y junto a su escolta viajó rumbo al Grupo 10 de la FACh, desde donde viajará a la ciudad de Iquique para su tercera misa masiva en la playa Lobito, donde miles de peregrinos lo esperan desde la noche de ayer.
