SANTIAGO.- Fue en su último día de visita a Chile, en Iquique, donde el Papa se refirió por primera vez al caso específico de Juan Barros, designado en 2015 como obispo de Osorno y acusado por las víctimas de Fernando Karadima de encubrir los abusos sexuales de quien fuera su mentor.
"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", sentenció frente a los periodistas tras la misa celebrada en campus Lobito.
La frase provocó la molestia de diversos sectores de la sociedad, sobre todo de las víctimas del ex párroco de la iglesia de El Bosque, quienes reiteraron sus acusaciones y sus argumentos en una declaración pública.
Este lunes, terminada su gira papal por Chile y Perú, el Papa Francisco volvió a referirse al cuestionado prelado de Osorno. "Mi expresión no fue feliz, no la pensé. Lo digo con sinceridad (...) La palabra prueba no era la mejor para acercarme a un corazón dolorido", comentó Jorge Bergoglio desde el avión que lo llevaría de vuelta al Vaticano.
Estas disculpas sorprendieron a varios de los medios internacionales que se encontraban a bordo, sin embargo, para el secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, es parte del estilo de Bergoglio como máximo representante de la Iglesia católica.
"El tono de Francisco siempre ha sido bien humilde respecto de algunas situaciones que han sido incómodas y él ha reconocido alguna situación particular", señaló a Emol.
"A mí me parece que mucho más relevante que una petición de disculpas por una situación particular es esto que hay de trasfondo, que es su primera expresión de cercanía a las víctimas"
Jaime Coiro
No obstante, más allá de las disculpas por el mal uso del lenguaje, para el diácono "es una expresión muchísimo mayor" el discurso realizado por el Pontífice en el palacio de La Moneda, en el que pidió perdón y se avergonzó por los abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
"A mí me parece que mucho más relevante que una petición de disculpas por una situación particular es esto que hay de trasfondo, que es su primera expresión de cercanía a las víctimas", comentó.
El religioso aseveró que "situaciones complejas para las iglesias particulares de cada país, el Papa tiene que ver a menudo. A nosotros nos toca ésta porque vivimos en Chile".
"Pero yo creo que la situación de fondo es la de los abusos y de la manera en que la Iglesia lo ha venido enfrentando. Si hay algo que a la Iglesia le complique, más que tener nombre y apellido, son dramas que tienen rostros que por mucho tiempo han estado en silencio y que se están atreviendo a romper el silencio", añadió.
En ese sentido, afirmó que "el tema de los abusos es más que el nombre de un abusador, es más que el nombre de un obispo, es más que el nombre de una víctima, es un tema que nos toca a toda la Iglesia. La tarea que nos deja él es estar a la altura de los signos contundentes que nos dejó en su paso por Chile".
"El Papa es para nosotros en la Iglesia un hermano mayor, es el sucesor de Pedro, y por lo tanto, el Papa no es Dios. El Papa trae el mensaje de Jesucristo y, por lo tanto, él hace propuestas. Y sobre todo este Papa Francisco ha tenido muchos detractores en distintas esferas que le formulan, con respeto, que hay cosas en las que él ha tomado decisiones equivocadas", contó Coiro.
"En ese sentido, yo creo que tenemos que acostumbrarnos cada vez más a escuchar un Papa que pide disculpas, porque como buen ser humano que es, se equivoca", puntualizó.
