SANTIAGO.- "La Araucanía es un escenario en el cual se desarrolla un conflicto que tiene muchos actores, mucha violencia, mucho dolor, mucha pérdida material y humana
y a la fecha ningún responsable". Con esas palabras, la
Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC) hizo un duro reparo a las autoridades nacionales por el último ataque incendiario que destruyó cuatro camiones en Ercilla y por la fallida "Operación Huracán".
Esto último, motivado por la decisión del Ministerio Público de cerrar sin pruebas dicho caso y abrir una causa contra efectivos de Carabineros por posibles pruebas falsas y la manipulación de conversaciones en WhatsApp y Telegram. Esos elementos fueron utilizados como prueba principal para argumentar que ocho comuneros mapuche -entre ellos el líder de la CAM,
Héctor Llaitul- se habían coordinado para quemar iglesias y maquinarias en el sur del país.
Al respecto, y a través de un comunicado, la CNTC manifestó que "lo evidente es que en esta región los atentados a nuestros camiones son reales (...) La quema de iglesias es real y ahí está la comunidad tratando de levantar nuevos y modestos templos".
"Hay organizaciones que se han adjudicado estos atentados con un desparpajo inexplicable", sostuvieron desde el organismo, y agregaron que en lo concreto, "las víctimas quedan abandonadas, las instituciones que deben protegerlas enfrascadas en perseguirse mutuamente y los violentistas paseándose en total impunidad".
En consecuencia, haciendo alusión a lo ocurrido con la "Operación Huracán", la confederación indicó que "no solo tenemos que transitar con nuestros camiones en la más absoluta indefensión, ahora también tenemos que dudar de aquellos que nos deben defender y permitir que hagamos nuestra tarea en un clima de libertad y seguridad".
Finalmente hicieron un llamado a las "actuales autoridades y al nuevo Gobierno para que extremen las medidas que ofrece la legalidad existente y no relativicen, lo que a todas luces es gravísimo e inaceptable".