SANTIAGO.-
"Chile es el país más difícil en que he estado en mi vida, francamente. Nunca jamás hemos tenido los problemas operativos que hemos tenido en esta ciudad".
Luego de inconvenientes con las autoridades y duras críticas de los vecinos cercanos al circuito, el español Alberto Longo, director general de la Fórmula E, describió de esta manera la realidad con la que se han topado en la gestión de la carrera que se realizará el sábado.
Además, al ser consultado este miércoles al respecto, Longo aclaró que dichos problemas se deben "probablemente a la idiosincrasia del país, no lo dije en mal tono, simplemente porque es una realidad. Corremos en las ciudades más importantes del mundo, y aquí es donde hemos encontrado mayores conflictos".
Sus dichos apuntan a "problemas operativos", pero lo cierto es que abren la duda sobre la capacidad de Santiago para realizar este tipo de evento sin incomodar a los vecinos.
Esto considerando además que urbanistas coinciden que la ciudad es una "gran locación" para este tipo de actividades.
"Santiago tiene una gran insfraestructura en general, no solo sanitaria, sino que vial y de telecomunicaciones. Tiene una gran cantidad de hoteles y acomodaciones. Es una ciudad que tiene una capacidad importante", escribe el arquitecto y magister en desarrollo social Iván Poduje.
"A nivel de latinoamérica, la infraestructura que tiene Santiago para acoger este tipo de espectáculos es de primer nivel (...) Si bien abajo, estamos entrando a niveles OCDE, asi que yo te diría que sí existen las condiciones", agregó.
En la misma línea, el director del laboratorio de Suelo y Territorio de la Universidad Diego Portales, Genaro Cuadros, consideró que "Santiago es una gran locación para eventos masivos".
"Lo que pasó es que probablemente nadie pensó que una actividad que estaba pensada para estimular la electromovilidad, generara tanto rechazo por parte de la comunidad directamente afectada", sostuvo.
Dificultades con la ciudadanía
Así, en cuanto a las molestias que ha generado la Fórmula E en la ciudadanía, Poduje afirmó que "es muy legítimo que la gente no esté de acuerdo con este tipo de actividades".
El problema, para el urbanista, está en que "la obligación de las autoridades es considerar esa opinión, y considerar también la opinión de las personas que están de acuerdo, además de lo que conviene a la ciudad para promocionarse y tomar todas las medidas adecuadas para hacer este tipo de eventos".
"Es comprensible un cierto agotamiento de la ciudadanía respecto a una sobreexposición de la ciudad. Y eso es lo que tiene que hacerse cargo la autoridad".
Genaro Cuadros, directo del laboratorio de Suelo y Territorio de la UDP
Asimismo, Cuadros explicó que "es comprensible un cierto agotamiento de la ciudadanía respecto a una sobreexposición de la ciudad. Y eso es lo que tiene que hacerse cargo la autoridad (...) Es una actividad muy invasiva, no solamente en el momento en que se produce. Es una actividad nueva para Santiago, se no está acostumbrado a que algo sea invasivo por tanto tiempo".
En esta línea, el sociólogo de la Universidad Central Tomás Bomcompte, señaló que "en los últimos años ha habido un cambio de mentalidad de los chilenos de reclamar más, de no quedarse callados, por ejemplo, cuando se hacen cosas sin preguntar a nadie, que los afectan en su viaje al trabajo y de vuelta".
Burocracia
Si bien Cuadros asegura que el mecanismo correcto para aprobar esta clase de eventos es a través del intendente, quien "sigue siendo la autoridad de la ciudad que está en condiciones de aprobar o no algo", Bomcompte, por su parte, rechazó el sistema "burocrático" predominante, a su juicio, en Chile.
"El chileno es un sistema desordenado, con dos organismos, la intendencia y la municipalidad, que tienen influencia sobre este tipo de cosas", recalcó el sociólogo.
"En los últimos años ha habido un cambio de mentalidad de los chilenos de reclamar más, de no quedarse callados, por ejemplo, cuando se hacen cosas sin preguntar a nadie, que los afectan en su viaje al trabajo y de vuelta".
Tomás Bomcompte, sociólogo Universidad Central
Pero el urbanista de la UDP fue más allá, y aseveró que los protocolos previos a eventos de esta naturaleza "deberían tener mecanismos específicos de preparación y aprobación".
En consecuencia, para Cuadros la solución respecto a mega eventos futuros está en que "de una vez por todas, formalizar los mecanismos de participación y vinculación con la ciudadanía respecto a los proyectos que se desarrollen en la ciudad".
"Debiera haber una ficha con las exigencias previas. Los requerimientos técnicos son muy altos para una actividad de este tipo, por consiguiente, es complejo para la ciudad", concluyó.
