José Alvujar, El Mercurio
SANTIAGO.- Aunque se esperaba su estreno para la visita del Papa Francisco a Chile, finalmente el servicio de
Transantiago que uniría la capital con el aeropuerto
Arturo Merino Benítez no funcionó y aún no tiene fecha clara.
Una pugna entre los ministerios de Transportes y Obras Públicas no deja que avance el proyecto. Transantiago solicita que la zona donde se detendrán los buses sea en un paradero ubicado en la calle de salida del terminal, a solo 100 metros del edificio principal.
Por otra parte, la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas ha solicitado que sea cerca del estacionamiento Pehuén, a casi un kilómetro del terminal.
Otra dificultad dice relación con las empresas de transportes Centropuerto y Turbus que tienen contratos vigentes con Nuevo Pudahuel, concesionario del terminal aéreo. El vínculo establece un recorrido exclusivo y coordinado entre ellas cada media hora.
Los ingresos son compartidos por las empresas y Nuevo Pudahuel, por lo que la eventual llegada de un recorrido del Transantiago genera aprensiones sobre una merma en sus ingresos.
Para leer más sobre las trabas para el recorrido, lee la edición de este jueves de "
El Mercurio".