SANTIAGO.- El ministro de Relaciones Exteriores,
Heraldo Muñoz, afirmó que será decisión del propio Presidente venezolano,
Nicolás Maduro, ver si están las condiciones para asistir al cambio de mando en Chile el próximo 11 de marzo, en medio de los llamados de diversas agrupaciones y personajes políticos que piden que no participe en la ceremonia.
El canciller chileno explicó que a Maduro se le invitó siendo fiel a las tradición protocolar tomada desde el retorno a la democracia, que es el convocar a todos los jefes de Estado de aquellos países con los que se tienen relaciones diplomáticas, "de modo que aquí no hay que confundir lo jurídico, lo político con lo protocolar".
En este sentido, enfatizó que "
cada presidente, cada jefe de Estado evaluará si es bienvenido o no en el país al que va".
"La Presidenta de la República recibe invitaciones para asistir a muchos cambios de mando y en algunos francamente no hay interés en asistir porque las relaciones son tenues y, bueno, en estas condiciones, él (Maduro) tendrá que evaluar", enfatizó.
Del mismo modo, Muñoz recordó el cambio de mando anterior, en 2014, ocasión en la que el Gobierno de Sebastián Piñera sí invitó a Maduro a la ceremonia en medio los cuestionamientos a su persona, pero finalmente éste no decidió ir a Valparaíso.
"Las invitaciones fueron extendidas por protocolo y cada cuál verá si hay clima para que vengan a nuestro país", insistió.
Negociaciones en Venezuela
El jefe diplomático reconoció que las relaciones con Venezuela están tensas, en gran parte producto de la salida de Chile de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición del país caribeño, al considerar que no están las condiciones para unas elecciones democráticas.
Así, Muñoz le respondió al canciller venezolano, Jorge Arreaza, quien lo acuso de "perjudicar el proceso de diálogo" y "apostar por el fracaso" de las negociaciones.
"Tratamos, durante este proceso, de colaborar en lo que estuviera a nuestro alcance (...) pero hicimos contribuciones significativas. Chile, de hecho, con México, colaboró de manera sustantiva al documento base que fue aceptado como una base de la negociación inicial", explicó.
Agregó que "queríamos un acuerdo, llegamos a expresar nuestro optimismo a fin de año, cuando observamos el espíritu positivo de negociación, que se vio gravemente trastocado por la decisión del Gobierno venezolano de prohibir la participación en las elecciones presidenciales de los partidos que no participaron en los comicios municipales. Ese fue un enorme traspié, eso creó un mal ambiente cuando se retomaron las negociaciones en enero".
Muñoz explicó que el gran punto de conflicto entre Gobierno y oposición de Venezuela fue la realización de las elecciones presidenciales. La Mesa de la Unidad Democrática proponía llevarlas a cabo en junio, pero finalmente el Consejo Nacional Electoral las convocó para el 22 de abril, manteniendo la voluntad de Nicolás Maduro.
"La relación de Venezuela producto del quiebre de las negociaciones no es la mejor con muchos países latinoamericanos y ustedes han visto los tuits y las declaraciones del canciller venezolano en contra de por lo menos una media docena de cancilleres. Los agravios que emite a diario porque somos partidarios de una salida democrática a Venezuela, son abundantes", afirmó.
Así, aseguró, que Jorge Arreaza "sabe que Chile puso su mejor esfuerzo para llegar a un acuerdo".