SANTIAGO.- Un miembro de cada una de las directivas de los cuatro partidos que integran Chile Vamos entrarán al gabinete. En total, serán cuatro los dirigentes que pasarán a formar parte del equipo del Presidente electo, Sebastián Piñera, ya sea como ministros o subsecretarios.
El primero en ser anunciado fue el actual diputado Cristián Monckeberg, quien preside Renovación Nacional y que a partir de marzo entrará como titular al Ministerio de Vivienda. Hoy, tras anunciar a quienes serán sus subsecretarios, se conoció que otros tres dirigentes integrarán el gabinete.
El secretario general de la UDI, Pablo Terrazas, entrará a la subsecretaría de Minería; Lorena Recabarren, vicepresidenta de Evópoli, se encargará de la de Derechos Humanos; y Alejandra Bravo, la presidenta del PRI, aterrizará en Bienes Nacionales.
El hecho, para el académico de la Facultad de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio, se puede leer como que "Piñera quiere tener una relación más cercana con los partidos en su segundo gobierno". Sin embargo, considera que cada uno puede "ser analizado por las condiciones particulares por las cuales está en ese nombramiento".
En el caso de Monckeberg, Bellolio destaca que era de público conocimiento que su intención era trabajar en el gobierno, motivo por el cual no repostuló al Congreso. Su entrada al gabinete implica que “Piñera tiene dentro al presidente del partido más grande de la coalición”.
“No hay que olvidar que para el gobierno pasado, uno de los enemigos internos más fuertes que tuvo Piñera fue justamente Carlos Larraín, entonces el presidente de RN. Esto marca un contraste muy grande con respecto a la relación que tuvo con RN”, añade.
Por lo tanto, aunque el cientista político considera que su condición de presidente de la tienda no influyó necesariamente en su nombramiento, sí cree que el puesto entrega una señal importante.
¿Premios de consuelo?
En cambio, no es lo mismo que piensa de los nombramientos de Terrazas y Bravo. El pasado 19 de noviembre, ambos dirigentes compitieron por un cupo en la Cámara, el cual no obtuvieron. Ahora, las subsecretarías que les fueron asignadas -Minería y Bienes Nacionales- no tienen mayor peso político.
Para el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno, este nombramiento no jugó a favor de los dirigentes. “Quedaron bastante desprestigiados, porque estas secretarías son deslucidas. Ellos perdieron en esta pasada, quedaron en el gabinete como para dejar contentos a esos partidos, pero en subsecretarías bien poco relevantes", explica a Emol.
Para Bellolio, se trata de un principio bajo el cual actúa Piñera. "En cierto sentido, no le gusta premiar perdedores. Es como decirles: 'Si no fuiste capaz de llegar al Congreso, te vamos a recibir en el Gobierno, pero no esperes que te vayamos a dar lo mejor. Te vamos a dar lo que queda'", comenta.
4 Dirigentes de partidos entrarán al gabinete
"Piñera está demostrando que no le gusta usar los ministerios como premio de consuelo, como política general. Que haya uno o dos casos se entiende, es la excepción que confirma la regla, pero no está ocupando el botín del Estado para dar premios de consuelo a los perdedores de la parlamentaria", añade Bellolio.
En el caso de Lorena Recabarren, Bellolio marca una diferencia importante. "Era obvio que ella iba a estar, porque es del ala más liberal de Evópoli y llega a un área de derechos humanos. Es de las pocas que concita cierto respecto en materia de derechos. Incluso sectores de la diversidad sexual recibieron su nombramiento con buenos ojos", dice.
“Ella está ahí por mérito propio, no porque sea vicepresidenta de Evópoli”, opina. El puesto, además, es valioso para el partido, que es todavía de menor envergadura que RN y la UDI. Después de hoy, Evópoli queda con dos ministros y cuatro subsecretarios dentro del Ejecutivo.
Acomodos en las directivas
Hecho el nombramiento, la siguiente incógnita es qué pasará con sus puestos, que no quedarán vacantes. Por el contrario, algunos ya tienen nombre.
¿Cómo se designa o elige estos cargos? Dependerá de los estatutos o reglamentos de la colectividad. En el caso de RN, aunque el sucesor se debe definir en un Consejo General, ya está definido que será el diputado electo Mario Desbordes, quien ejercerá hasta diciembre. Su continuidad o reemplazo se definirá el 17 de noviembre, día de las elecciones de directiva.
La UDI, por su parte, establece en sus estatutos que los miembros elegidos por la Comisión Política permanecen en el cargo por dos años, y que en caso de renuncia u otro impedimento, el reemplazante “será designado por la Comisión Política, a proposición de la Directiva Central, por acuerdo de la mayoría de sus miembros en ejercicio".
Dicho de otro modo, la directiva propone y la Comisión Política elige. Así, la UDI tendrá su reemplazante en el consejo general del 23 de marzo.
El propio Terrazas manifestó, tras oficializarse su nombramiento, que será resuelto por la directiva. "Yo seguiré ejerciendo el cargo estos días, todavía no asumo como subsecretario, eso será más adelante", afirmó.
En Evópoli, en tanto, deberá tomarse razón de la incompatibilidad en la próxima reunión de directiva, pero la misma entidad puede operar con la vacancia hasta que proponga el reemplazo a la comisión política.
Otra forma de definir al sucesor de un dirigente es la del PRI. En este caso, hubo un acuerdo en escritura pública entre esta colectividad y Democracia Regional Patagónica, que permitirá la llegada del diputado electo Eduardo Salas, actual secretario general, a la presidencia.
En tanto, su cargo será ocupado por Carlos Pérez, militante de sus socios políticos con los que se fusionarán -proceso que debería estar terminado entre marzo o abril- para evitar desaparecer por el mal resultado electoral.
El cargo se extenderá por 18 meses después de la fusión y después se deben desarrollar elecciones o el consejo general del nuevo partido, PRI Demócrata, puede ratificar la directiva.
Los que fueron nombrados ministro o subsecretarios tienen que hacer efectiva su renuncia a la mesa, que luego se presenta al Servicio Electoral.
