Alejandro Goic es el más antiguo de los 33 obispos en ejercicio en Chile.
Alejandro Balart, El Mercurio
SANTIAGO.- En medio de las entrevistas que ha realizado en Chile monseñor Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu por las acusaciones de encubrimiento que pesan en contra del obispo de Osorno, Juan Barros, su par de Rancagua, Alejandro Goic manifestó sus postura frente al caso.
El sacerdote aseguró que lo que le causó "el sabor más amargo" de la visita del Papa Francisco a Chile fue la figuración que tuvo el acusado de ocultar los abusos de Fernando Karadima en la parroquia de El Bosque, mientras se desempeñaba como su secretario personal.
Respecto a las dos renuncias que presentó Barros ante el Sumo Pontífice y que no fueron aceptadas manifestó desconocer por qué se decidió mantenerlo ahí.
"Yo, hijo de la Iglesia, que percibo que soy un elemento que no une, hubiera tratado de dar un paso al costado. Él no lo ha hecho. No lo juzgo, pero en su situación yo hubiera dado un paso al costado".
El reportaje completo en la edición de hoy de revista
El Sábado.
