Imagen de la comunidad que vive en Cerro Blanco.
Matías Delacroix, El Mercurio
SANTIAGO.- Enfrentados se mantienen un grupo indígena, la Municipalidad de Recoleta y el Servicio Nacional de Vivienda y Urbanización (Serviu). Esto, por la ocupación que mantienen seis personas en el cerro isla metropolitano y que ha sido prohibida por las autoridades al tratarse de un recinto público.
La principal motivación de la agrupación sería resguardar el lugar junto a sus restos arqueológicos y para realizar distinas ceremonias. El 10 de diciembre pasado era la fecha límite para que se retiraran del lugar tras el envío de un oficio por parte del Parque Metropolitano y la alcaldía liderada por el PC Daniel Jadue en noviembre. Sin embargo, los lugareños se negaron a la medida.
Los problemas comenzaron cuando el Serviu canceló en 2015 el comodato que le había concedido a la Coordinadora Nacional Indianista (Conacin) debido al incumplimiento en el contrato, como habitar el lugar, realizar actividades con fines de lucro y generar conflictos entre representantes indígenas.
Para José Segovia, representante de Conacin y habitante del cerro, cuando se les dio el comodato se planteó realizar el "Proyecto parque natural Cerro Blanco", pero - a su juicio - las autoridades "nunca cumplieron nada".
Por otro lado, el director de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Recoleta, dice que "arriba están colgados a los servicios eléctricos, el internet se paga por un convenio entre la Conadi con una universidad y el agua es suministrada desde la municipalidad, por lo que no se entiende cuál es la mantención".
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