, siendo así el reemplazante definitivo del cuestionado Bruno Villalobos.
Seguido de ello, se comprometió a trabajar en conjunto con "la comunidad, con las autoridades, con el Ministerio Público, con la Policía de Investigaciones (PDI) y con todos aquellos organismos que están en la lucha para evitar el delito".
Así, Soto, oriundo de San Felipe, será la cabeza de la profunda modernización al interior de Carabineros anunciada por Piñera, la cual, tras los escándalos, el Gobierno apuntaría a privilegiar la labor de prevención y no la investigación del delito, área golpeada duramente por "Huracán".
"Le he encargado avanzar en la conformación del nuevo alto mando de la institución para iniciar con mayor fuerza y a la mayor brevedad un profundo proceso de modernización, tanto administrativa, operativa, como tecnológica y de equipamiento de Carabineros de Chile", indicó el Presidente durante la presentación oficial de Soto como general director.
Hasta su nombramiento, la nueva máxima autoridad de la policía uniformada, ejercía como jefe de la Zona Metropolitana, cargo al que llegó tras los últimos ascensos y retiros cursados en diciembre por el renunciado Villalobos.
El hombre de 55 años que se define como "fanático" de la institución, tras la designación interina de Pineda, pudo entrar a la quina en la cual se elige al jefe máximo de Carabineros, donde, finalmente, se quedó con el puesto.
Hermes Soto es hijo de suboficiales y hermano de general de la institución. Está de cumpleaños el 27 de abril, fecha que coincide con el Día del Carabinero.
El hombre reconocido como un carabinero en terreno, se desempeñó además como jefe de zona de la Región de Antofagasta y del Biobío.
En en esta última tuvo que enfrentar el terremoto del 2010 cuando era prefecto de Concepción, ciudad ubicada en la región donde habría cultivado una relación de cercanía con los senadores Jacqueline van Rysselberghe (UDI) y Alejandro Navarro.