El Presidente Sebastián Piñera junto al ministro del Interior, Andrés Chadwick, durante la jornada en la que se designó a Hermes Soto en su nuevo cargo.
Alex Moreno, El Mercurio
SANTIAGO.- La renuncia del ex general director de Carabineros Bruno Villalobos le llegó al Presidente Sebastián Piñera y al ministro del Interior, Andrés Chadwick, a través de un edecán de la institución justo el mismo día en el que retornaban a La Moneda. Tras ello, el secretario de Estado comentó en La Tercera qué implicancias tuvo su dimisión al interior del Gobierno.
"Eso facilitó que el Presidente pudiese tener un mando de Carabineros que esté comprometido y concentrado en esta gran reforma de modernización de la policía que el Presidente le prometió al país y creemos que es urgente poder realizar", sostuvo.
"El Presidente estaba muy convencido de que para llevar adelante esta reforma, dadas las situaciones que se habían producido en el último tiempo, se requería tener un nuevo Alto Mando de Carabineros. La decisión de relevar a Villalobos era una decisión que el Presidente tenía prevista", agregó.
Los días transcurrieron y el miércoles se dio a conocer el nombre de la persona que relevaría en el cargo a Villalobos. El anuncio fue hecho en La Moneda y se trataba del general Hermes Soto. Chadwick aclaró por qué el Mandatario decidió designarlo, apuntando a que la razón no dice relación con que sea el cuarto, quinto, sexto en la línea de mando sino que tenía que ver con sus condiciones personales y su trayectoria institucional.
"El Presidente la ha evaluado como la persona más indicada para efectos de llevar adelante este proceso de modernización", apuntó.
Tras la designación de Soto el diputado comunista Hugo Gutiérrez reveló en su Twitter la hoja de vida del nuevo general director de Carabineros. En ella se daba cuenta de cinco sanciones y en una de ellas se señalaba: "Concurría periódicamente a un lenocinio y era amigo íntimo de la regente del prostíbulo".
