SANTIAGO.- Fueron 255 los secretarios regionales ministeriales anunciados este lunes a través de cada intendencia, donde el partido que lideró las nominaciones fue RN con un 36,8% de los nombres. Entre ellos, se cuenta el regreso de una de las más mediáticas del primer gobierno de Sebastián Piñera: la nuevamente designada seremi de Salud, Rosa Oyarce.
Se hizo conocida a fines de 2010, cuando llegó al cargo y empezó a realizar frecuentes fiscalizaciones a restaurantes, bares, picadas, hasta parques de diversiones. Con su delantal blanco y el cartel de "prohibición de funcionamiento" en sus manos, la tecnóloga médica se convirtió en una paladín de la higiene.
A mediados del año pasado, Oyarce se presentó a las elecciones parlamentarias, compitiendo por un cupo en el distrito 10. Su postulación, considerada como una "revancha", llegó después de una fallida carrera al Senado en 2013. Esta vez, nuevamente perdió el cupo, obteniendo apenas un 1,4% de los votos, equivalente a poco más de 6 mil sufragios.
Durante su campaña, la ahora seremi afirmó a Emol que "lo que a mí me mueve es la fiscalización de las instituciones del Estado" y que la situación que se vive en el país con respecto a temas de salud es "indigna".
La seremi de las fiscalizaciones
En su primera gestión, a menudo le correspondió atender urgencias sanitarias en horas de la madrugada, como cuando apareció una alerta de cólera y llegó al aeropuerto a atender la entrada de extranjeros a las 04.00 AM.
Su actividad se incrementaba con las fechas especiales, y se le podía ver fiscalizando dulces antes de Halloween, juguetes antes de Navidad y pescados y mariscos antes de Semana Santa.
"Muchas personas me mandaban mensajes diciendo 'pero cómo se le ocurre (cerrar un restaurante)', y mi respuesta siempre era 'Siéntanse felices, porque se va a limpiar el local y, cuando se abra, van a comer con tranquilidad'"
Rosa Oyarce
También se hizo conocida por su enemistad pública con la mayonesa casera, la contaminación cruzada y los atentados a la cadena de frío. Tanto, que en 2012 relató a Emol que cuando acudía a comer donde sus amistades, tenían la precaución de no preparar ni dicha mayonesa ni ceviche crudo.
En aquella oportunidad, defendió sus fiscalizaciones como una manera de garantizar la tranquilidad al momento de comer en un lugar público. "Cuando prohibimos el funcionamiento, el compromiso del dueño es volver a abrir con una cara limpia y con la frente en alto", afirmaba entonces.
"Muchas personas me mandaban mensajes diciendo 'pero cómo se le ocurre (cerrar un restaurante)', 'pero cómo, si yo almuerzo ahí'. Y mi respuesta siempre era: Siéntanse felices, porque se va a limpiar el local y, cuando se abra, van a comer con tranquilidad", añadió.