Rubén García, El Mercurio
SANTIAGO.- En un comienzo, se esperaba que en 2017 entrara en vigencia el nuevo plan de descontaminación de Santiago, que busca reducir en 60% las emisiones y concentraciones de material particulado fino a 2026.
Finalmente el plan fue postergado y solo en noviembre del año pasado fue visado por la Contraloría, lo que dejó en manos de la actual administración su implementación, prevista para mayo de este año.
Y ayer, la ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, confirmó que el Gobierno continuará con la planificación y que, tal y como se había programado, en mayo se aplicará la medida.
"El plan nos llega a nosotros aprobado por el gobierno anterior (...) Cualquier modificación a un plan de descontaminación toma mucho tiempo; por lo tanto, estamos analizando las normas, cuáles son de aplicación inmediata, a cuáles se les puede aplicar cierta gradualidad", dijo la titular de la cartera.