Jonathan Mancilla, El Mercurio
SANTIAGO.- Llegó al Congreso y entró por la puerta principal de calle Victoria. Allí lo esperaba el subsecretario
Claudio Alvarado, quien ofició como una especie de guía por los laberínticos pasillos del edificio. En su camino, fotógrafos inmortalizaban cada uno de los saludos que daba a su paso y al arribar a su oficina se presentó con el joven equipo con el que trabajará en el segundo piso del Parlamento.
Era martes 13, un día complejo para los más supersticiosos, pero él se paró en la puerta de la Sala de la Cámara de Diputados con confianza y esperó
a cada uno de los parlamentarios que ingresó al Hemiciclo para saludarlos, intentando compartir algún momento, anécdota o interés que pudieran tener en común para mostrarse cercano.
Y así 11:00 horas en punto, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia,
Gonzalo Blumel, ingresó a la Sala sin decir nada y se sentó en la testera dispuesta para las autoridades de Gobierno. Desde allí observó el escenario que le tocará enfrentar para sacar adelante el programa que él mismo diseñó junto al
Presidente Sebastián Piñera, teniendo en su contra un Parlamento con mayoría de oposición.
La curiosidad por saber cómo llevará adelante esta cartera ha generado que en los seis días de trabajo legislativo que van hasta ahora, lo hayan invitado a almorzar, cenar o a tomar un café representantes de prácticamente todas las bancadas. De hecho, ya tiene agendados otros encuentros para las próximas semanas,
estando solo pendiente coordinar una cita con los diputados del Partido Comunista.Cumpleaños en México
Sus cercanos dicen que su apuesta es trabajar directamente con las bancadas y no apuntar al voto a voto. Además confiesan que
"la idea es evitar la tentación" de intentar asegurar votos en la oposición antes de dialogar con Chile Vamos.
Con sus 39 años, no sólo se ubica como el ministro más joven de este gabinete, sino que también se posiciona como el más cercano generacionalmente hablando a los parlamentarios más jóvenes, especialmente del Frente Amplio.
Esa situación se ha notado, de hecho fue ahí desde donde recibió el primer llamado a reunirse y era lo esperable, pues entre el bloque y Blumel existe una relación pasada.
Fue compañero en distintos programas de radio con la ex presidenciable del FA, Beatriz Sánchez, además del diputado del Partido Liberal, Tomás Hirsh.Además el militante de Evópoli tiene una estrecha relación con el diputado y fundador de Revolución Democrática
Miguel Crispi, y una curiosa anécdota con otro referente de ese partido,
Giorgio Jackson. Ambos se encontraron en un viaje a México cuando participaban en un seminario sobre liderazgo que coincidía con la fecha de cumpleaños del legislador, quien tuvo la consideración de invitar al ministro a la celebración.
Es justamente este tipo de acciones que han llevado que otros dirigentes del FA se inquieten con
"la buena onda" que existe entre el ministro y el bloque, es tanto así que la diputada Pamela Jiles (PL) acuñó el término
"Blumel lovers" para denominar a algunos de sus compañeros de bancada.
Equipo joven
Su forma de moverse en el Congreso es siempre acompañado por su joven equipo, integrado por un asesor legislativo que ya desempeñó la misma función con el ex senador Alberto Espina, y tres periodistas, quienes todos en promedio no superan los 35 años.
Quienes lo conocen saben que no esperaba que se le asignara este Ministerio, incluso se había comprado el libro "
El segundo piso" de Ernesto Ottone, esperando una labor menos mediática. O incluso a la hora de imaginarse en el gabinete, pensaba en Desarrollo Social, pero Piñera lo quiso acá.
Así llegó a esta primera línea solo teniendo como experiencia "similar" su trabajo anterior como Seplac en la municipalidad de Futrono (2005), en donde se desempeñó durante tres años y debería negociar frente al consejo regional (en su mayoría de oposición) recursos para la comuna, y si bien ya había trabajado en la Segpres,
lo hizo desde la División de Estudios donde tuvo una prácticamente nula relación con el Congreso.Es así entonces que ahora su mayor apoyo es el UDI Claudio Alvarado, quien ejerce por segunda vez la labor de ser subsecretario de esta cartera y es un viejo conocido en el Parlamento. Y llega teniendo como referente el estilo cercano del ex ministro
Cristián Larroulet y lo ejercido por el primer titular que tuvo este Ministerio bajo el Gobierno de Patricio Aylwin,
Edgardo Boeninger."Es un tipo agradable, bueno para conversar y de un estilo informal. Además muestra interés por escucharnos", comentó a
Emol, uno de los parlamentarios que se reunió con él en estos días, coincidiendo con la imagen que él ha buscado proyectar.