Ya la pregunta hacía referencia a otro concepto que entró a la arena política local hace cuatro años para quedarse: el de la "retroexcavadora" del senador Jaime Quintana (PPD), que utilizó por primera vez el 25 de marzo de 2014, en la instalación del segundo gobierno de Bachelet.
"Nosotros no vamos a pasar una aplanadora: vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura”.
Sus palabras hacían referencia a la reforma educacional que tenía en mente la Nueva Mayoría, y aunque buscaba ser una defensa, terminaron por volverse una carga para el oficialismo.
Palabras fáciles para ideas "potentes"
"La imagen de la retroexcavadora le hizo mucho daño al gobierno de Bachelet. Nunca pudo sacarse ese estigma, por eso ahora se construyó comunicacionalmente este concepto: para tratar de igualar o empatar comunicacionalmente", explica a Emol el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno.
Para el académico, el surgimiento de este tipo de conceptos es algo característico de los modelos de "democracias de audiencia", que son aquellas que surgieron a fines del siglo XX y que funcionan en interrelación con el modelo de las audiencias televisivas.
"Se busca construir un discurso que sea efectivo respecto de un mensaje, con el objetivo de decir en muy poquito una idea que pueda ser muy potente, que en este caso sería que el Gobierno está cercenando lo que fue parte del legado de Bachelet"
Marco Moreno
"En ellas no importa tanto lo que es, sino cómo se ve", explica, y menciona la necesidad de "construir en un mensaje comunicacional un concepto que pueda ser muy fácil de entender o de procesar por la gente".
"Al hablar de retroexcavadora, quedaba muy claro lo que se quería decir. Ahora el bacheletismo ha comenzado a utilizar esta cuña de la motosierra para decir que el Gobierno viene a cortar administrativamente la marcha de las reformas”, comenta.
La frase surgió después de una serie de anuncios que la administración de Piñera ha dado a conocer desde su instalación en La Moneda, relativos a proyectos que fueron insignes para el gobierno anterior como lo son el aborto en tres causales, la nueva Constitución, la Ley Antiterrorista e incluso el Transantiago.
"Con estas metáforas se busca construir un discurso que sea efectivo respecto de un mensaje, con el objetivo de decir en muy poquito una idea que pueda ser muy potente, que en este caso sería que el Gobierno está cercenando lo que fue parte del legado de Bachelet", añade el académico.
Y Moreno advierte que la frase será usada para “criticar sistemáticamente al Gobierno en una palabra”.
La advertencia del "decretismo"
"Si el Gobierno quiere modificar leyes, debe presentar proyectos de ley que deben ser discutidos en el Parlamento, no debe caer en la tentación del 'decretismo' ni menos debe utilizar la 'motosierra administrativa'", afirmó también este lunes el senador Elizalde.
En la intervención, hacía referencia a que fue un decreto lo que modificó la situación del aborto en tres causales, que permitió que los recintos hospitalarios privados que se acojan a la objeción de conciencia puedan seguir recibiendo financiamiento estatal.
"Como Chile es un país muy presidencialista, el Presidente de turno tiene un margen de maniobra muy importante en estas pequeñas cosas, que como vemos no son tan pequeñas", explica el director del doctorado en Ciencia Política de la U. Diego Portales, Cristóbal Rovira.
"Si hace un abuso de esos mecanismos, más temprano que tarde le va a empezar a pasar esto", advierte el académico. Para él, el actuar del gobierno de Sebastián Piñera no se aleja del que presentó el de Michelle Bachelet en 2014, y considera que “es un error” en ambos casos.
"Bachelet fue elegida con un 58% de los votos y de ese número leyeron que 'la mayoría de los chilenos' quería esta retroexcavadora. En el caso de Piñera es medianamente similar, porque también le fue muy bien en la segunda vuelta", expone.
"Pero se nos olvida que el nivel de participación electoral fue de menos del 50% de la población. Ellos fueron escogidos con poco más del 25% de los votos de la ciudadanía, por lo que leer que eso es un mandato para hacer a rajatabla lo que uno quiera creo que es un error gigantesco", comenta.
Retroexcavadora vs. Motosierra
Más allá del juego comunicacional, Rovira afirma que distingue ciertos matices entre ambos conceptos y que apuntan a mensajes distintos. La retroexcavadora, como implemento, permite sacar cosas de raíz, mientras que una motosierra sirve para podarlas por encima.
"Lo que va a hacer la 'motosierra' es tratar de cortar algo, pero las raíces seguirán estando ahí porque son demandas reales de la ciudadanía, que surgieron de los movimientos sociales. La Nueva Mayoría solamente se adaptó a los cambios. Y si hay una demanda real por ese tipo de tópicos, van a volver como un bumerán", concluye.