SANTIAGO.- Las víctimas del ex párroco de El Bosque
Fernando Karadima se refirieron a los dichos del cardenal Francisco Javier Errázuriz -arzobispo emérito de Santiago- quien aseguró que es tarea de obispos y el nuncio apostólico (Ivo Scapolo) informar lo que pasa en la Iglesia chilena sobre los abusos.
Las declaraciones de Errázuriz surgen luego de que los obispos de Chile dieran a conocer la carta que el Papa Francisco les envió tras leer el informe de monseñor Charles Scicluna, enviado especial del Vaticano para entrevistarse con los abusados por Karadima, quienes denunciaban al obispo de Osorno,
Juan Barros, de ser cómplice de los vejámenes que ellos recibieron.
En la misiva el Papa afirmó no haber recibido información "veraz" de la situación de la Iglesia en Chile, lo que lo habría llevado a desestimar las acusaciones en contra de Barros, hecho por el cual pidió perdón y llamó a los obispos del país a reunirse en Roma -encuentro que se dará en mayo- con el fin de "reparar en lo posible el escándalo y restablecer justicia".
"El cardenal Errázuriz miente. Ahora tratando de hacer creer que él nos apoyó. Nunca lo hizo", sostuvo a través de su cuenta de Twitter, Juan Carlos Cruz.
Además, aseguró que "él (Errázuriz) es uno de los que le ha mentido al papa. Un hombre miserable que hoy trata se subirse al carro de la victoria por informe de Scicluna. Su maldad se conoce. No nos engaña. Creo que tiene que quedar bien".
James Hamilton, en tanto, expresó también por Twitter que "este señor (Errázuriz) dice que no es llamado a informar, pero leyendo la carta que envió a obispos de Latinoamérica (en marzo) parece que sí está llamado a desinformar".
Por otro lado, Cruz aseveró que en la reunión que tendrán las máximas autoridades de la Iglesia chilena con el Papa, no son solo los obispos formados en El Bosque, "que son bien malos", indicó, los que tienen que dar un paso al costado, sino que con ellos también "varios otros de la mafia jerárquica (...) Obispos ahora tratan de exculparse. No. Muy tarde. Esperamos cambio grande".
En la misma línea, José Andrés Murillo, añadió, por el mismo medio, que "en lugar de asumir que fallaron, que traicionaron su rol y nuestra confianza, los obispos de Chile tratan de sacarse los balazos culpándose unos a otros. Triste espectáculo".
